ANÁLISIS | Putin se marcha con una victoria propagandística después de suave entrevista que le hizo Tucker Carlson
Melissa Velásquez Loaiza
(CNN) — Ahora es evidente por qué Vladimir Putin concedió una entrevista a Tucker Carlson.
En el transcurso del encuentro de más de dos horas, el expresentador de Fox News, que ahora es comentarista en un programa que se trasmite por internet, se abstuvo en gran medida de desafiar al autoritario ruso, cuya brutal guerra contra Ucrania ha provocado la muerte innecesaria de cientos de miles de personas. Aquellos que esperaban un enfrentamiento contundente seguramente se habrán ido muy decepcionados por la larga y divagante entrevista, en la que el propio Tucker por momentos parecía perdido.
En lugar de presionar a Putin sobre los numerosos temas que nos ocupan, incluidas las acusaciones creíbles de que Rusia ha cometido crímenes de guerra y el encarcelamiento del líder de la oposición Alexei Navalny, Carlson le dio al autócrata un carril libre para manipular al público y contar su versión de la historia, sin importar cuán engañoso pudo haber sido. A veces, entre la exposición de quejas, Putin parecía enseñarle a Carlson sobre eventos históricos mientras el anfitrión miraba desconcertado. O para decirlo más claramente, Carlson proporcionó a Putin una plataforma para difundir su propaganda a una audiencia global con poco o ningún escrutinio de sus afirmaciones.
“Lo que se ve al ver los primeros 45 minutos de esto es que esta es la plataforma del presidente Putin”, comentó Clarissa Ward, corresponsal internacional en jefe de CNN, y agregó que quedó “claro desde el principio” de la entrevista que Carlson “no tenía control”.
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Tucker Carlson entrevista a Vladimir Putin, en emisión difundida el 8 de febrero de 2024. (Crédito: Red Tucker Carlson)
En algunos casos, Carlson incluso alimentó las narrativas de Putin. Por ejemplo, Putin propuso una absurda teoría de conspiración al estilo del Estado profundo según la cual el Gobierno de Estados Unidos no está controlado por sus líderes electos sino por poderes no electos de la Agencia Central de Inteligencia que dirigen al presidente como un títere desde las sombras.
“Entonces, usted ha descrito dos veces a los presidentes estadounidenses tomando decisiones y luego siendo socavados por los jefes de sus agencias”, dijo Carlson después de que Putin hiciera la afirmación, resumiendo seriamente la mendaz narrativa del líder ruso. “¿Entonces parece que estás describiendo un sistema que no está dirigido por personas elegidas, según tu forma de contar?”
“Así es, así es”, respondió Putin.
Carlson nunca hizo una contrapregunta para desafiar lo absurdo.
Fue una enorme victoria propagandística para Putin, que ahora puede —y lo hará— tergiversar el encuentro para sus propios fines. Si había alguna duda de que Putin no consideraba el encuentro con Carlson como una gran victoria, un vistazo a cómo sus propios medios de comunicación estatales cubrieron el asunto debería borrarla. Inmediatamente después de que Carlson publicara la charla en Internet, los portavoces de Putin se apresuraron a amplificarla.
TASS presentó la reunión como la noticia principal en su página de inicio, amplificando la afirmación de Putin de que Ucrania es un “estado artificial” y dedicando una sección entera de su sitio web a una cobertura especial de la entrevista. RT, el medio en inglés ahora exiliado de gran parte del mundo occidental, transmitió importantes partes de la entrevista.
“La entrevista a Vladimir Putin gana más de 20 millones de espectadores en las primeras dos horas”, se jactó RT en un gráfico en pantalla.
Nada de esto debería sorprendernos.
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Si bien Carlson alguna vez fue un crítico del Gobierno ruso, en los últimos años ha sido mucho más comprensivo con el Estado liderado por Putin, arrastrando al Partido Republicano con él. El comentario de Carlson sobre la brutal guerra de Rusia contra Ucrania ha sido todo menos favorable hacia Kyiv, y el extremista de derecha incluso comparó a Volodymyr Zelensky con una alimaña el año pasado.
Precisamente por eso Putin aceptó la entrevista con Carlson, mientras que a periodistas reales que habrían presionado al líder ruso sobre una serie de cuestiones críticas se les ha negado el acceso durante años. Tampoco tienen que confiar en nuestra palabra. El propio portavoz de Putin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas esta semana que Carlson fue seleccionado porque “tiene una posición que es diferente del resto” de los medios occidentales.
Sin embargo, hubo un momento en el que Carlson presionó suavemente a Putin. Al final de la entrevista, Carlson preguntó a Putin si estaría “dispuesto a liberar” a Evan Gershkovich, el reportero encarcelado de The Wall Street Journal. Putin se negó a liberar a Gershkovich ahora, a lo que Carlson dijo: “Es un muchacho, y tal vez estaba violando tu ley de alguna manera, pero no es un súper espía y todo el mundo lo sabe”.
Si bien Carlson abogó por la liberación inmediata de Gershkovich, su comentario no fue bien recibido en The Journal. Ted Mann, un reportero del periódico, escribió en X que era “una vergüenza por parte de Carlson sugerir que Evan estaba ‘violando [su] ley’”.
“No lo estaba haciendo”, añadió Mann. “Carlson lo sabe. Evan es un reportero decente y respetuoso de la ley que es rehén de influencia geopolítica. Debería ser puesto en libertad inmediatamente”.
The Wall Street Journal también emitió un comunicado después de la entrevista.
“Evan es periodista y el periodismo no es un delito. Cualquier descripción en contrario es ficción total”, dijo el periódico. “Evan fue arrestado injustamente y ha estado detenido injustamente por Rusia durante casi un año por hacer su trabajo, y seguimos exigiendo su liberación inmediata”.
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