Perfil de Jeanine Áñez: de presidenta interina de Bolivia a ser acusada de “golpe de Estado”
Melissa Velásquez Loaiza
(CNN Español) — La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez llegó al cargo tras unas serie de sucesos políticos poco probables, en un país en el que el presidente Evo Morales fue hasta hace poco un fuerte líder político con 14 años en el poder, pero que renunció en medio de acusaciones de fraude electoral en 2019, cargos que siempre negó.
Áñez, que hasta 2019 fue la segunda vicepresidenta del Senado de Bolivia, llegó a la presidencia ese año tras la renuncia tanto de Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera, y los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Adriana Salvatierra Arreaza y Rubén Medina, respectivamente (todos del partido gobernante Movimiento Al Socialismo, MAS). Era la cuarta en la línea de sucesión en caso de la dimisión de la cúpula política del país. Sin embargo dirigió el país entre 2019 y 2020.
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De vicepresidenta segunda del Senado, Áñez asumió primero como presidenta del Senado y luego como presidenta interina del país.
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De ala conservadora, Áñez fue elegida como senadora del opositor Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN) por el departamento del Beni, en el noroeste del país, tiene una población aproximada de poco más de 410.000 habitantes.
Es licenciada en Ciencias Jurídicas y Derecho y fue constituyente en la Asamblea Nacional de Bolivia entre 2006 y 2008. También fue directora del medio de comunicación Totalvisión.
“La dictadura ya no la queremos. Queremos vivir en libertad y estamos de frente en cualquier situación que se nos presente”, le dijo Áñez a Fernando del Rincón de CNN en Español en 2020, cuando era presidenta interina y candidata presidencial para las elecciones generales de ese año.
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De la Presidencia a la prisión
Tras más de un año de gobierno de Áñez, el Movimiento al Socialismo, liderado por Luis Arce, ganó las elecciones con el 55,1% de los votos versus el 28,8% del opositor partido Comunidad Ciudadana, en octubre de 2020.
Durante la candidatura a la presidencia Áñez advirtió que podría haber “abuso” del poder en caso de que la izquierda regresara al poder.
“Demostraciones de persecuciones políticas la vimos durante 14 años”, dijo Áñez a CNN en 2020. “Entonces si no tenemos un poder judicial independiente, un ministerio público que actúe conforme a la ley y sin obedecer instrucciones de los gobernantes de turno, nosotros tenemos que estar tranquilos porque tenemos todos los argumentos para poder defendernos en un proceso justo. Es por eso que estamos peleando”.
La expresidenta interina de Bolivia fue detenida el 13 de marzo dentro de la causa conocida como “golpe de Estado”. A comienzos de agosto, un juez dispuso extender por seis meses la prisión preventiva. Está acusada de “terrorismo, sedición y conspiración” por su supuesta participación durante 2019 en un golpe de Estado contra el entonces presidente, Evo Morales.
En reiteradas ocasiones, Áñez ha afirmado que “nunca” ocurrió un golpe de Estado y denunció una persecución política en su contra.
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Un “grito de auxilio”
Las autoridades en Bolivia informaron el 21 de agosto que la expresidenta interina, en prisión preventiva desde marzo, “habría pretendido generarse una autolesión”. Sin embargo, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, manifestó que su salud es “completamente estable” y que tiene unos “pequeños rasguños en uno de sus brazos”.
En conferencia de prensa, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, manifestó que su salud es “completamente estable” y que tiene unos “pequeños rasguños en uno de sus brazos”.
Agregó que se realizaron las consultas a Áñez, quien se encuentra en prisión preventiva en una cárcel de La Paz, y que señaló que “ella manifiesta desconocer cuáles serían los móviles por los cuales habría intentado generar algún tipo de lesión”.
Sin embargo, Norka Cuéllar y Luis Adolfo Guillén, abogados de Áñez, señalaron a CNN que “atentó contra su vida como un grito de auxilio”. Manifestaron que tiene cortes “de profundidad” en ambos brazos, y que se encuentra estable.
La Oficina de las Naciones Unidas en Bolivia informó que visitó a Áñez un día después de que se reportara que había intentado autolesionarse y que constataron “lesiones físicas autoinfligidas que requirieron asistencia médica”.
Según un comunicado, la ONU dijo que “tuvo acceso inmediato e irrestricto al Centro, pudiendo entrevistar a la Sra. Áñez de manera confidencial”.
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