Reina la confusión y las bolsas se hunden por el anuncio de Trump de más aranceles
Por David Goldman, CNN
El alivio momentáneo se topó este viernes con la cruda realidad de que el presidente Donald Trump no ha terminado ni de lejos con su caótico régimen arancelario.
En declaraciones a los periodistas desde el Despacho Oval este viernes, Trump dijo que anunciará nuevos aranceles recíprocos la próxima semana, tal vez cumpliendo una promesa de campaña y un deseo de larga data de igualar dólar por dólar los impuestos de importación de los países extranjeros para restaurar lo que el presidente cree que es la equidad en el comercio internacional.
Esa declaración sacudió los mercados financieros este viernes después de lo que había sido una semana relativamente tranquila para las acciones. Aunque los aranceles generalizados del 10% impuestos por Trump a China entraron en vigor el martes, y China tomó represalias contra Estados Unidos con la ampliación de sus propios aranceles, los mercados subieron un poco esta semana por el alivio que supuso el hecho de que Trump diera marcha atrás en sus planes de imponer aranceles del 25% a todos los productos procedentes de México y Canadá.
El anuncio de este viernes de nuevos aranceles potenciales que podrían afectar a todos los rincones del mundo sacudió a los inversores. El índice Dow Jones cayó 400 puntos, un 0,9%. El índice más amplio S&P 500 también cayó un 0,9% y el índice compuesto Nasdaq, de gran peso tecnológico, bajó un 1,4%.
Trump dijo que los aranceles recíprocos garantizarían “un trato equitativo con otros países” y podrían ayudar a reducir el déficit presupuestario de Estados Unidos. Los aranceles sirvieron como una parte clave de la promesa de Trump de recaudar ingresos para pagar la extensión de su recorte de impuestos de 2017, además de otros recortes de impuestos prometidos. Pero los aranceles en sí podrían representar una enorme subida de impuestos a los consumidores estadounidenses, que según los economistas son los que en última instancia pagan el costo de los aranceles.
Si Trump sigue adelante con los aranceles del 25% a México y Canadá que se aplazaron hasta el 1 de marzo, el costo directo total de los impuestos a la importación de productos chinos, mexicanos y canadienses ascendería a una subida de impuestos de más de US$ 1.200 al año para el hogar estadounidense típico, según descubrieron investigadores del Instituto Peterson. Eso equivaldría a la mayor subida de impuestos de Estados Unidos desde al menos 1993, añadieron los investigadores. Incluso si los recortes de impuestos de 2017 se prorrogan, el análisis del Instituto Peterson encontró que el 60% de los asalariados con menores ingresos todavía “terminaría significativamente peor” debido a los aranceles.
Los aranceles recíprocos podrían aumentar significativamente esa factura.
No está claro qué forma adoptarían los aranceles recíprocos, si es que se promulgan. Trump había amenazado recientemente con imponer un arancel general del 10% a todas las importaciones que lleguen a Estados Unidos. Pero la amenaza de Trump de imponer aranceles recíprocos parece retomar un estribillo frecuente de la campaña, según el cual igualar dólar por dólar los impuestos de importación de otros países podría ayudar a reducir los déficits comerciales de Estados Unidos.
Las brechas comerciales miden la diferencia entre el valor de los bienes que Estados Unidos importa y el valor de los bienes que Estados Unidos exporta a y desde una nación extranjera. Trump arremetió contra lo que considera acuerdos comerciales injustos, diciendo incorrectamente que las brechas comerciales de Estados Unidos con otros países muestran que Estados Unidos está “perdiendo” cientos de miles de millones de dólares con sus países vecinos. Algunos economistas advierten de que el lenguaje de Trump sobre la brecha comercial de Estados Unidos presenta una representación injusta de lo que se convirtió en un mecanismo crucial para la economía estadounidense: su capacidad para comprar servicios ofrecidos por otros países, así como cosas que no se producen mucho aquí, como el café.
Si Trump avanza con aranceles recíprocos, podría generar una serie de aranceles de represalia por parte de los países afectados. Eso podría desencadenar una guerra comercial, lo que causaría impuestos cada vez más altos que, en última instancia, perjudicarían a los consumidores, quienes, según los economistas, suelen pagar la factura al final. Esto se debe a que son los importadores estadounidenses quienes pagan los aranceles, no los países extranjeros a los que van dirigidos. Esos importadores repercuten los costos en los minoristas, que a su vez suelen subir los precios al consumidor.
El arancel del 10% sobre China es un impuesto sobre bienes por valor de unos US$ 427.000 millones. Eso ya supera los diversos aranceles que Trump impuso durante su primera administración sobre unos US$ 380.000 millones de bienes extranjeros, según estimaciones de la Tax Foundation.
Pero la administración Trump también retrasó algunos de esos aranceles este viernes, restaurando temporalmente la llamada exención de minimis: una laguna que permite que los paquetes con un valor inferior a US$ 800 entren en el país libres de impuestos. La exención había entrado en vigor el martes, y el Servicio Postal de Estados Unidos detuvo rápidamente todas las entregas de paquetes desde China y Hong Kong para cumplir con la orden.
Pero luego USPS restableció el servicio en cuestión de horas, lo que aumentó la confusión sobre cómo se inspeccionarían los artículos procedentes de China para determinar sus impuestos de importación. Trump firmó un decreto este viernes que restauró la exención de minimis hasta que “los sistemas adecuados estén en su lugar para procesar y recaudar de manera completa y expedita los ingresos arancelarios” en el Departamento de Comercio.
El decreto no decía cuánto duraría el retraso. Se trata de un ejemplo más de la incertidumbre que rodea a la aplicación y el alcance de los posibles aranceles que podrían llegar pronto o no.
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Matt Egan, Elisabeth Buchwald y Ramishah Maruf de CNN contribuyeron a este reporte.