Cassidy Hutchinson dice a CNN que Trump, su exjefe, es la “amenaza más grave” para la democracia de Estados Unidos
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(CNN) –– Cassidy Hutchinson advirtió este martes que su exjefe Donald Trump no tendrá ninguna barrera de contención si logra un segundo mandato como presidente de Estados Unidos. En ese sentido, la exasistente de la Casa Blanca argumentó que las violaciones por parte de Trump a la Constitución, luego de perder las elecciones en 2020, deberían descalificarlo para la presidencia.
“Creo que Donald Trump es la amenaza más grave que enfrentará nuestra democracia en nuestra vida, y potencialmente en la historia de Estados Unidos”, aseveró Hutchinson durante una entrevista con Jake Tapper de CNN este martes.
El nuevo libro de Cassidy Hutchinson revela una Casa Blanca de Trump aún más caótica de lo que se conocía anteriormente
El nuevo libro de Hutchinson, “Enough”, detalla el caos y la anarquía que marcó el final del Gobierno de Trump, en el que ella tuvo un asiento en primera fila como asistente principal del entonces Secretario General de la Casa Blanca, Mark Meadows, durante los intentos del expresidente por revertir las elecciones y con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Hutchinson, quien el año pasado dio un testimonio explosivo ante la comisión de la Cámara de Representantes que investigó los hechos del 6 de enero, le dijo a Tapper que le preocupa que las instituciones del Gobierno terminen en una situación aún peor si Trump vuelve a ganar la presidencia.
La exasistente de la Casa Blanca Cassidy Hutchinson habla con Jake Tapper, de CNN, en Nueva York, el martes 26 de septiembre. (Crédito: Laura Oliverio/CNN)
“Los cargos que enfrenta actualmente Donald Trump ––lo acusan de obstrucción de la Constitución–– para mí son descalificadores. Donald Trump debería ser descalificado para ser presidente de Estados Unidos; para mí eso no es una pregunta”, sostuvo Hutchinson.
“Tenemos que pensar: ¿cómo sería un segundo mandato de Trump? ¿Serían estas las personas que dirigen el gobierno, las personas que actualmente enfrentan acusaciones? ¿Quién trabajaría para Donald Trump en el segundo mandato? Esa es la pregunta que debemos hacernos o plantearnos de cara a esta temporada electoral”, completó.
Meadows, el exjefe directo de Hutchinson, se encuentra en el grupo de asistentes y asesores de la Casa Blanca de Trump que ahora enfrentan cargos penales. Meadows, junto a otras 18 personas, incluido Trump, fue acusado formalmente en el extenso caso de crimen organizado del distrito del condado de Fulton por los esfuerzos para revertir la derrota electoral de 2020 de Trump en Georgia. Meadows se declaró inocente y ahora intenta trasladar su caso a un tribunal federal.
Hutchinson dijo que siente pena por el hecho de que Meadows esté en esa situación debido a su lealtad a Trump, y agregó que espera que él esté “haciendo lo correcto” y cooperando con las investigaciones sobre el expresidente.
“Espero que coopere y cumpla el juramento que hizo, porque sabe mucho más que yo sobre lo que sucedió durante el período de noviembre de 2020 a enero de 2021”, dijo Hutchinson.
“La mayoría nos estábamos ahogando”
Meadows contrató a Hutchinson en 2020 luego de que él asumiera el cargo de secretario general de la Casa Blanca. En el libro, ella escribe que Meadows le dijo al principio que si él lograba “mantener (a Trump) fuera de la cárcel, habría hecho un buen trabajo.”
“Especialmente en la administración Trump y en 2020, todos los días teníamos los pelos de punta”, dijo Hutchinson cuando se le preguntó por el comentario de Meadows. “Estábamos nadando para mantenernos a flote, pero la mayoría nos estábamos ahogando”.
Hutchinson dijo que le decepcionó la forma en que los líderes del Partido Republicano reaccionaron ante Trump después del ataque en el Capitolio, especialmente el presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, con quien había desarrollado una estrecha relación mientras trabajaba en la oficina de asuntos legislativos de la Casa Blanca y luego para Meadows.
“Sigo teniendo mucho respeto por Kevin. Espero lo mejor para él como presidente de la Cámara de Representantes, sobre todo viendo el caos que se está produciendo ahora mismo en el Capitolio”, dijo Hutchinson. “Pero no confío en que sea un buen líder para el Partido Republicano porque es un títere de Donald Trump. Kevin no ha adoptado una postura firme al respecto, y confío en que Kevin sepa que todo esto está mal.”
No se identifica con el Partido Republicano
Hutchinson dijo que todavía se considera republicana, pero que no reconoce la versión actual del Partido Republicano bajo el liderazgo de Trump. Tapper le preguntó a Hutchinson sobre uno de los momentos clave del primer debate presidencial del Partido Republicano el mes pasado, cuando el moderador de Fox News pidió a los aspirantes que levantaran la mano si apoyarían a Trump como candidato presidencial, incluso si fuera declarado culpable por los delitos de los que se le acusa.
Casi todos lo hicieron, salvo Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey, y Asa Hutchinson, exgobernador de Arkansas. En su entrevista con Tapper, Cassidy Hutchinson dijo que la respuesta le había parecido decepcionante y que al principio del debate había tenido la esperanza de “ver una especie de luz al final del túnel.”
“Tenía muchas esperanzas puestas en Nikki Haley”, dijo Hutchinson. “Consideraba que tenía respuestas muy inteligentes y bien fundamentadas sobre las cosas. Incluso Mike Pence… me decepcionó mucho cuando vi a Mike Pence levantar la mano”.
En el libro, Hutchinson escribe sobre su propia lucha personal con Trump. Relata que se mantuvo leal a él incluso después del asalto del 6 de enero en el Capitolio, y que había planeado mudarse a Florida hasta que Meadows le dijo en la última semana de la administración que no había un trabajo para ella allí.
Cuando su amiga, la exdirectora de comunicaciones de la Casa Blanca Alyssa Farah Griffin, se pronunció enérgicamente contra Trump después del 6 de enero, Hutchinson dijo que inicialmente se sintió molesta con Farah Griffin, quien ahora es comentarista política de CNN, por ser desleal.
“Decir eso ahora, en retrospectiva y con la experiencia que he tenido, suena ridículo”, dijo Hutchinson. “Pero creo que esa es un parte importante de este período de transformación para mí. Porque, por otro lado, cuando la vi allí, sentí un poco de envidia. Me sentí orgullosa de ella por hacer lo que sentía que debía hacer, y por usar su voz”.
Hutchinson dijo que, de haber ido a Mar-a-Lago, es probable que su decisión de testificar habría sido diferente.
“Si soy completamente sincera y franca, todavía sentía esa lealtad hacia él al final de la administración. Y me preocupa que si me hubiera ido a Florida, eso no habría hecho más que crecer, y yo no me habría decidido”, dijo. “Esperaría haber hecho lo correcto. Pero cuando estás en ese ambiente, se hace mucho más difícil”.
“No me gustaba quién era yo”
Hutchinson sintió la presión del mundo Trump cuando inicialmente se le asignó un abogado financiado por el expresidente para las declaraciones que debía dar ante la comisión del 6 de enero del año pasado. En última instancia, cambió de abogado y se presentó para hablar de todo lo que vio, a sabiendas de que se enfrentaba a una posible reacción negativa de Trump y sus aliados por hacerlo.
Antes de cambiar de abogado y volver a la comisión del 6 de enero, Hutchinson dijo a Tapper que recordaba haber hablado con un miembro republicano del Congreso, quien le dijo que se mirara en el espejo y se preguntara si le gustaba lo que veía.
“Tenía rato que no me gustaba quién era yo”, dijo. “Supe en ese momento que tenía que corregir mi rumbo y volver a ser la persona que quería ser y en la que esperaba convertirme cuando comencé a trabajar en el servicio público”.
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