¿Con qué frecuencia debes lavar las sábanas? Más a menudo de lo que piensas
Alejandra Ramos
Nota del editor: Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente de los escritores. CNN presenta el trabajo de The Conversation, una colaboración entre periodistas y académicos para proporcionar análisis y comentarios de noticias. El contenido es producido únicamente por The Conversation.
(The Conversation) — No hay nada como meterse en la cama, envolverse en las sábanas y acurrucarse en la almohada. Pero antes de que te sientas demasiado cómodo, es posible que quieras saber que tu cama no es tan diferente a una placa de Petri.
La combinación de sudor, saliva, caspa, células muertas de la piel e incluso partículas de alimentos convierten a tu cama en el entorno óptimo para que crezcan una gran cantidad de gérmenes como bacterias, hongos, virus e incluso pequeños insectos.
Estas son solo algunas de las cosas que se esconden debajo de nuestras sábanas.
Tu cama puede albergar bacterias
Nuestras camas pueden albergar una gran variedad de especies bacterianas.
Por ejemplo, una investigación que analizó la ropa de cama de los hospitales encontró que la bacteria Estafilococos era común. Por lo general, estas bacterias son inofensivas, pero pueden causar enfermedades graves cuando ingresan al cuerpo a través de una herida abierta —y ciertas especies de Estafilococos pueden causar más daño que otras–.
El Estafilococo dorado es bastante contagioso y puede causar infecciones de la piel, neumonía y empeorar el acné. No solo se ha descubierto que E. aureus vive en fundas de almohada, las investigaciones también muestran que algunas cepas son resistentes a los antibióticos.
La investigación también muestra que, junto con el Estafilococos, el E. coli y otras bacterias similares, conocidas como bacterias gramnegativas, también son comunes en las camas de hospital. Las bacterias gramnegativas son un problema de salud grave, ya que son muy resistentes a los antibióticos y pueden causar infecciones humanas graves, —incluyendo infecciones del tracto urinario, neumonía, diarrea, meningitis y sepsis si ingresan al cuerpo. Algunas cepas de E. coli también pueden ser muy infecciosas y pueden causar infecciones del tracto urinario, diarrea del viajero y neumonía. Es por eso que lavarse las manos correctamente después de usar el baño es importante para evitar la transferencia de esta bacteria a otras partes de su hogar.
Por supuesto, los hospitales son muy diferentes a nuestro entorno doméstico. Pero eso no significa que no sea posible que estas bacterias entren en nuestras camas. De hecho, alrededor de un tercio de las personas portan la bacteria Estafilococo dorado en sus cuerpos. Las personas que portan E. aureus pueden eliminar el organismo en grandes cantidades, lo que significa que es bastante fácil que la bacteria Estafilococo se transfiriera a tu cama en casa.
Las camas pueden atraer insectos
Por día pierdes alrededor de 500 millones de células de la piel —mientras duermes en la cama. Estas células de la piel pueden atraer y ser devoradas por ácaros microscópicos del polvo. Estos ácaros y sus excrementos pueden provocar alergias e incluso asma.
Las chinches también pueden ser un peligro. Aunque no se ha demostrado que estos pequeños insectos (alrededor de 5 mm de largo) transmitan enfermedades, pueden causar picaduras rojas que pican, junto con una variedad de efectos en la salud mental, que incluyen ansiedad, insomnio y alergias.
Las chinches pueden ser transportadas a los hogares sobre superficies blandas, como ropa o mochilas, o por otros miembros de la familia.
Lavar y secar la ropa de cama a una temperatura alta (alrededor de 55 ℃) matará los ácaros del polvo, pero es posible que las chinches deban ser exterminadas por un profesional.
Gérmenes domésticos
También puedes llevar gérmenes a tu cama por artículos domésticos contaminados, como ropa, toallas, el inodoro o el baño, las superficies de la cocina o incluso las mascotas.
Las toallas de baño y cocina albergan una variedad de especies bacterianas, incluidas E. aureus y E. coli. El lavado inadecuado también puede propagar estos gérmenes a otros artículos, incluyendo nuestras sábanas. Incluso enfermedades como la gonorrea pueden transmitirse a través de toallas o ropa de cama contaminadas.
Diferentes especies microbianas sobrevivirán en las telas durante diferentes períodos de tiempo. E. aureus, por ejemplo, puede sobrevivir durante una semana en algodón y dos semanas en felpa. Y las especies de hongos (como Candida albicans, que puede causar aftas orales, infecciones del tracto urinario e infecciones genitales por hongos) pueden sobrevivir en las telas hasta por un mes.
Los virus de la influenza también pueden sobrevivir en telas y tejidos durante 8-12 horas. Algunos otros tipos de virus, como el virus vaccinia, puede vivir en la lana y el algodón hasta por 14 semanas.
Higiene de la cama
Un lavado adecuado y regular es fundamental para garantizar que los gérmenes no se conviertan en una verdadera amenaza para la salud. Pero, ¿con qué frecuencia debes cambiar la ropa de cama?
Como no podemos lavar nuestras sábanas todos los días, una cosa que puedes hacer a diario es ventilar su sábana todas las mañanas. Dado que la humedad se acumula en ellas mientras dormimos, tirar del edredón hacia atrás para que las sábanas puedan respirar antes de hacer la cama significa que las sábanas y el colchón se convierten en un lugar de anidación menos atractivo para las bacterias y los ácaros.
Los colchones también pueden ser una gran fuente de bacterias y microbios debido a la acumulación de escamas de piel, partículas de alimentos y hongos a lo largo de los años. Dado que es difícil lavar un colchón, usar una funda lavable y lavarla cada una o dos semanas puede ayudar a reducir la cantidad de microbios que viven allí. Aspirar el colchón y la base de la cama todos los meses también ayudará a eliminar los alérgenos y el polvo. Dale vuelta a tu colchón con frecuencia, o compra uno nuevo si tiene más de diez años.
Se recomienda que laves la ropa de cama todas las semanas (o con más frecuencia si es posible), especialmente si pasas mucho tiempo en la cama, duermes desnudo o sudas mucho por la noche. También se recomienda cambiar las fundas de las almohadas cada dos o tres días.
Toda la ropa de cama debe lavarse en temperaturas medias a altas (alrededor de 40℃-60℃) para matar eficazmente los gérmenes. Evita sobrecargar las lavadoras y usa suficiente jabón, y asegúrate de que la ropa de cama esté completamente seca antes de usarla.
Toma una ducha antes de acostarte, evitar tomar siestas o meterte en la cama mientras sudas, quita el maquillaje y evita las lociones, cremas y aceites justo antes de acostarte, esto puede ayudar a mantener la ropa de cama más limpia entre lavados. No comer ni beber en la cama, mantener a las mascotas alejadas de las sábanas y quitarse los calcetines sucios también ayudará.
Manal Mohammed es profesor de microbiología médica en la Universidad de Westminster.
Republicado bajo una licencia Creative Commons de The Conversation.
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