La Fuerza Aérea de EE.UU. enviará decenas de aviones de combate F-22 al Pacífico en medio de tensiones con China
Juan Pablo Elverdin
Hong Kong (CNN) — La Fuerza Aérea de Estados Unidos enviará más de dos docenas de aviones de cazas furtivos F-22 a un ejercicio en el Pacífico occidental este mes, un despliegue inusualmente grande de los poderosos jets que, según los analistas, envía un fuerte mensaje a un posible adversario en China.
Las Fuerzas Aéreas del Pacífico en Hawai dijeron esta semana que aproximadamente 25 F-22 Raptors de la Guardia Nacional Aérea de Hawai y de la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, Alaska, se desplegarán este mes en las islas Guam y Tinian para la Operación Pacific Iron 2021.
“Nunca hemos tenido tantos Raptors desplegados juntos en el área de operaciones de las Fuerzas Aéreas del Pacífico”, dijo a CNN el general Ken Wilsbach, comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico.
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Los F-22 son aviones de combate de quinta generación, los más avanzados del mundo. Incorporan tecnologías furtivas y conectan sistemas de sensores a bordo con sistemas de información externos para brindar a sus pilotos una vista detallada del espacio de batalla. Los F-35 estadounidenses son otro ejemplo.
El despliegue de una gran cantidad de F-22 para el ejercicio envía un mensaje inmediato a China en un momento en que las relaciones son tensas por los puntos conflictivos del Pacífico como Taiwán y el Mar de China Meridional, dijo Carl Schuster, un analista de defensa con sede en Hawai y exdirector de operaciones en el Centro de Inteligencia Conjunto del Comando del Pacífico de EE. UU. Los despliegues normales de F-22 consisten en seis a 12 aviones, dijo.
“La Fuerza Aérea del Pacífico está demostrando que puede desplegar tantos o más aviones de quinta generación en el teatro de operaciones con poca antelación de los que (China) tiene actualmente en todo su inventario”, dijo.
China mejora sus capacidades
La fuerza aérea china tiene entre 20 y 24 aviones cazas operativos de quinta generación, dijo Schuster, pero señaló que las capacidades de Beijing están mejorando a un ritmo rápido.
La Fuerza Aérea de EE. UU. tiene alrededor de 180 aviones F-22 en su flota. Sin embargo, solo alrededor de la mitad son capaces de realizar misiones en un momento dado debido a los requisitos de mantenimiento, según las estadísticas de la Fuerza Aérea. Por lo tanto, Estados Unidos enviará aproximadamente el 25% de los F-22 de la misión al ejercicio Pacific Iron.
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Debido a su capacidad para evadir la detección del radar, se esperaría que los F-22 estuvieran entre las primeras armas utilizadas en cualquier conflicto. Su tarea sería la de eliminar las defensas aéreas de un adversario entre otras misiones.
“Estados Unidos está practicando activamente los despliegues que hará si hay una gran crisis o guerra. Estados Unidos se está tomando muy en serio a China. Está desarrollando su postura de fuerza y entrenando sus fuerzas para poder moverse rápidamente a su posición”, dijo Peter Layton, ex oficial de la fuerza aérea australiana ahora analista del Griffith Asia Institute.
Ejercicios de guerra para los aviones de la Fuerza Aérea
Para la Operación Pacific Iron, 10 cazas F-15 Strike Eagle de la Base de la Fuerza Aérea Mountain Home en Idaho y dos aviones de transporte C-130J Hercules de la Base Aérea de Yokota en Japón se unirán a los F-22 para completar la flota aérea para lo que el Air Force llama una operación Agile Combat Employment, también conocida como operación de dispersión de combate, según un comunicado de Pacific Air Forces.
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El ejercicio es en apoyo de la Estrategia de Defensa Nacional 2018, “que pidió a las fuerzas armadas ser una fuerza más letal, adaptativa y resistente”, dice el comunicado.
El empleo de combate ágil está diseñado para difundir los aviones de combate estadounidenses y otros activos de guerra entre los aeródromos de la región para aumentar su capacidad de supervivencia de los ataques con misiles enemigos.
Por ejemplo, gran parte del poder aéreo de combate de Estados Unidos en el Pacífico occidental se concentra en grandes instalaciones militares como la Base Aérea de Kadena en Okinawa o la Base de la Fuerza Aérea Andersen en Guam. Un ataque en esas bases podría paralizar la capacidad del ejército estadounidense para devolver el golpe a un adversario si se concentra demasiado poder aéreo estadounidense allí.
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En Pacific Iron, las fuerzas practicarán desde aeródromos más pequeños y menos desarrollados como el Aeropuerto Internacional de Tinian en la isla en las Marianas del Norte, el Aeropuerto Internacional Won Pat en Guam o Northwest Field, una franja remota separada de las pistas principales de la Base de la Fuerza Aérea Andersen. Las lecciones aprendidas en el ejercicio podrían aplicarse a la operación desde aeropuertos más pequeños en islas alrededor del Pacífico occidental.
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Eso aumentaría la cantidad de objetivos que los misiles enemigos necesitarían destruir y le daría al poder aéreo estadounidense una mejor oportunidad de poder contraatacar.
Un informe de 2019 del grupo de expertos RAND Corp, financiado por el ejército de EE. UU., muestra cómo se concibe el concepto para contrarrestar las crecientes capacidades chinas.
El Ejército Popular de Liberación de China “posee una cantidad y calidad cada vez mayores de misiles balísticos y de crucero de precisión de largo alcance que pueden amenazar objetivos clave en las bases aéreas”, dice el informe.
“La distribución de aviones en más ubicaciones mejora la capacidad de supervivencia. Un adversario debe disparar más misiles para lograr el mismo efecto”, dice.
“Demostrar la capacidad de combate ágil de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Envía una fuerte señal disuasoria a China y tranquiliza a los aliados y socios (de EE. UU.)”, dijo Schuster. “China intentará seguirlo de cerca”, añadió.
Uno de los despliegues más complejos de la historia
Layton, el analista australiano, dijo que usar el avión F-22 presenta a la Fuerza Aérea de Estados Unidos cierto grado de dificultad.
“El F-22 es uno de los aviones más difíciles para este tipo de ejercicio de despliegue en términos de misión y apoyo de mantenimiento. Si puede hacer esto con el F-22, entonces hacerlo con cualquier otro avión de combate táctico de EE. UU. debería ser sencillo”, dijo Layton.
Wilsbach, el comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico, calificó a Pacific Iron como “uno de los despliegues más complejos que jamás hayamos organizado”.
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“Podemos mover fuerzas y capacidades alrededor del mundo a voluntad. Pero lo que más importa es lo que hacen cuando unimos estas capacidades”, dijo el general. Un ejercicio exitoso tendría un valor disuasorio para China, agregó Layton.
“Si bien este es un ejercicio, las mismas técnicas, procesos y procedimientos serían cruciales en operaciones desde Japón o en otros lugares. Para los planificadores militares chinos, podría sugerir que tales paquetes de fuerzas F-22 podrían desplegarse en cualquier lugar de la periferia de China”, dijo Layton.
La Fuerza Aérea utilizó el Campo Noroeste de Guam para practicar operaciones de Empleo de Combate Ágil en febrero, reabasteciendo aviones de combate F-35 y F-16 que no pudieron regresar a sus bases de origen en una situación de combate simulada.
El sargento técnico de la Fuerza Aérea Todd Johnson, quien participó en el ejercicio de febrero, usó una analogía deportiva para describir el concepto.
“Piense en ello como una parada en boxes en NASCAR. Si tiene un equipo bien entrenado y organizado, entonces un jet podrá aterrizar, obtener un control de seguridad, repostar y estar listo para regresar al cielo en solo minutos”, dijo en un comunicado de prensa de la Fuerza Aérea sobre ese ejercicio.
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