‘Hotlanta’ es incluso más sofocante en estos barrios debido a una política racista del siglo XX
Ángela Reyes
(CNN) — En una tarde calurosa de septiembre, Mona Scott se sentó en el porche delantero mientras su casa se cocinaba como en un horno. Mientras se pasaba una botella de agua congelada por la frente y los brazos, Scott le dijo a CNN que su aire acondicionado se rompió 10 días antes y todavía no lo habían arreglado.
“Las ventanas están bloqueadas”, dijo Scott. “Salimos a dormir por la noche porque adentro hace demasiado calor”.
Mona Scott (a la derecha) y su compañera Jackie (a la izquierda) se sientan en el porche de la casa de su barrio del sur de Atlanta el fin de semana del Día del Trabajo para escapar del calor puertas adentro.
Al igual que Scott, residentes de comunidades de bajos ingresos del sur y suroeste de Atlanta están luchando para hacer frente al verano más caluroso desde el período del Dust Bowl en la década de 1930.
“Hace tanto calor”, dijo Scott mientras se secaba el sudor de la frente.
Las olas de calor son el desastre relacionado con el clima más letal en Estados Unidos. Y los riesgos para la salud no se distribuyen por igual. Durante los eventos de calor extremo, unas pocas cuadras de diferencia en la ciudad pueden significar la diferencia entre una tarde manejable de 27 grados Celsius y una insoportable de 38.
Mona Scott.
La diferencia asombrosa de temperatura se debe, en gran medida, a prácticas discriminatorias históricas que en inglés se conocen como redlining, un esfuerzo sancionado por el Gobierno federal que comenzó en la década de 1930 y que amplificó la segregación al negar préstamos y seguros a posibles compradores de viviendas en vecindarios más pobres y vecindarios de color.
Si bien esta práctica racista fue prohibida a fines de la década de 1960, su efecto sigue siendo evidente.
En las ciudades más grandes de Estados Unidos, los propietarios negros tienen casi cinco veces más probabilidades que las familias blancas de ser dueños de casas en estas comunidades discriminadas, según un estudio de Redfin. Estas comunidades, como en la que reside Scott en el sur de Atlanta, soportan las mayores cargas de nuestro planeta en el que la temperatura aumenta rápidamente, y ahora tienden a ser las áreas más calurosas y pobres.
El calor extremo amenaza la salud y el bienestar de las comunidades desatendidas en la actualidad, mientras que los barrios predominantemente blancos cosechan los beneficios de décadas de inversión.
Esto es lo que le sucede a tu cuerpo con el calor extremo
“Fui a comprar comestibles el otro día y pensé que me iba a desmayar”, contó Scott a CNN. Dijo que sufre de presión alta y diabetes, que son condiciones subyacentes que empeoran por el calor excesivo.
Mantener las luces prendidas ya es bastante complejo desde el punto de vista económico para Scott y para muchos otros miembros desfavorecidos de la comunidad, y mucho más tener acceso a un aire acondicionado confiable.
Las dificultades para enfrentar una ola de calor 0:53
Enfrentar el racismo ambiental
Algunas ciudades como Nueva Orleans y Nueva York sufren el peor calor urbano del país, según un estudio reciente de Climate Central. Atlanta, conocida como “Hotlanta”, también es particularmente calurosa.
Spelman College, una universidad históricamente negra en Atlanta, se asoció con una campaña de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y otras universidades para mapear las comunidades más calurosas y vulnerables. La participación de Spelman es significativa porque es la primera vez que una facultad o universidad históricamente negra lidera una iniciativa como esta, dijo a CNN Na’Taki Osborne Jelks, profesora asistente de Ciencias Ambientales y de la Salud en Spelman College.
“Al pensar en desafíos globales como el cambio climático, este es uno de los problemas que impacta desproporcionadamente a las comunidades negras y de color”, dijo Jelks. “Así que es muy importante que estemos en la discusión”, agregó.
Na’Taki Osborne Jelks, profesora asistente de Ciencias Ambientales y de la Salud en Spelman College.
Las personas negras tienen un 40% más de probabilidades de vivir en áreas con el mayor aumento proyectado de muertes relacionadas con el calor si el planeta alcanza 2 grados Celsius por encima de las temperaturas preindustriales, según un informe reciente de la EPA. Este porcentaje se eleva al 59% si la temperatura en el planeta aumenta 4 grados.
En agosto, la comunidad científica informó que el calentamiento ya había alcanzado aproximadamente 1,2 grados Celsius y no mostraba signos de desacelerarse.
Personas como Scott son la razón por la que la campaña del Sistema Nacional Integrado de Información sobre la Salud del Calor (NIHHIS, por sus siglas en inglés) de la NOAA ha estado mapeando las islas de calor urbano de Estados Unidos desde 2017. Este programa que se lleva adelante en múltiples ciudades y lideran las comunidades ha ayudado a los planificadores de las ciudades a identificar y mapear los barrios más calurosos de las ciudades estadounidenses.
El efecto de las islas de calor urbano ocurre cuando el pavimento sin sombra de árboles y los edificios de una ciudad absorben el calor del sol durante el día e irradian ese calor al aire circundante. Esto puede hacer que incluso los días promedio de verano sean insoportables en entornos urbanos densos, especialmente para aquellos que no tienen acceso a un sistema de aire acondicionado confiable como Scott.
Aquí puedes ver dos imágenes tomadas simultáneamente en Atlanta el fin de semana del Día del Trabajo de 2021, utilizando una cámara que CNN recibió en préstamo del Spelman College. En la derecha, la fotografía normal de la ciudad, donde la temperatura máxima el domingo 5 de septiembre fue de 30 grados Celsius. En la izquierda, las imágenes térmicas que muestran el calor por encima de los 37 grados que emiten estas superficies urbanas.
Jelks y Guanyu Huang, profesor asistente de Ciencias Ambientales y de la Salud en Spelman College y líder local de la campaña de mapeo de calor de Atlanta, están ambos muy apasionados con este trabajo. Tienen la esperanza de que los datos generen cambios en la ciudad en la que viven ambos.
Otras ciudades que han formado parte de la campaña de mapeo de calor tomaron los resultados e implementaron cambios, por ejemplo plantando más árboles o agregando más parques a las áreas que están sufriendo el peor calor.
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Las desigualdades en los espacios verdes son sorprendentes al atravesar Atlanta. Al conducir por el barrio de Scott, se ven menos parques y parques más pequeños que en los barrios cercanos que son predominantemente blancos, y también hace falta la sombra natural de los árboles.
A pesar de ser llamada “una ciudad en el bosque”, donde abundan los árboles en gran parte del área metropolitana, la desigualdad vinculada al calor persiste en Atlanta.
Este estudio es personal
Brionna Findley, quien fue residente de Atlanta y es voluntaria de la campaña, tiene experiencia con la inequidad. Ha sido testigo de primera mano de la falta de acceso de su comunidad al aire acondicionado y los espacios verdes con sombras.
Findley dice que ella y su familia soportaron innumerables olas de calor en Atlanta cuando estuvieron allí. Y parece que cada se pone más caliente.
“Cuando estaba tomando una lectura de temperatura para ese día específico, teníamos temperaturas más altas cuando se trataba de áreas con poca cobertura de árboles, con más infraestructura y más asfalto en la carretera”, dijo Findley.
Brionna Findley, voluntaria de la campaña de mapeo de islas de calor.
Esta campaña es una cuestión personal para Findley después de que su propia abuela experimentó signos de insolación.
“Fue como uno de los días más calurosos de Georgia. Salimos a pasear cerca del centro comercial y tuvimos que volver a casa porque se podía ver que un lado de su cara se estaba hundiendo”, explicó Findley. “Tenía problemas para hablar. Fue muy, muy duro ver eso. Estaba muy asustada”, agregó.
El cuerpo humano es muy sensible al calor. El calor extremo por sí solo puede causar agotamiento por calor e insolación, pero también puede empeorar afecciones subyacentes como problemas cardíacos y pulmonares, obesidad y diabetes, entre otros problemas de salud. Estas condiciones preexistentes disminuyen la capacidad del cuerpo para adaptarse a los cambios ambientales como las temperaturas altas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
“Está bien. Pero definitivamente no la dejamos salir tanto, especialmente cuando hace calor”, dijo Findley. “Como ‘abuela, tienes que quedarte adentro hoy y hacer algunas actividades adentro'”.
Podría empeorar
En general, las temperaturas en gran parte de Estados Unidos están aumentando y los entornos urbanos están experimentando la peor parte del calor debido a estas islas de calor urbano. La tendencia es evidente en un nuevo análisis de la NOAA de la media de temperatura.
En Atlanta ahora hay un promedio de 11 días más de 32,2 grados C más en verano, en comparación con el promedio anterior de 30 años. Salt Lake City tiene un promedio de 10 días con estas temperaturas, mientras que Houston ganó nueve días.
Temperatura anual de Estados Unidos comparada con la media del siglo XX para cada período de las Normas Climatológicas desde los años 1901-1930 (arriba a la izquierda) hasta 1991-2020 (abajo a la derecha). Los lugares en los que la temperatura anual normal fue de 1,25 grados Fahrenheit o más fría que la media del siglo XX son de color azul oscuro. Los lugares en los que la temperatura anual normal fue 1,25 grados o más cálida que la media del siglo XX son de color rojo oscuro. (Fuente: mapa de la NOAA basado en el análisis de Jared Rennie, Instituto de Estudios Climáticos de Carolina del Norte).
Una vez que las islas de calor estén mapeadas, los planificadores de la ciudad tendrán más herramientas para combatir las desigualdades ambientales, que según los expertos se agravarán por la crisis climática.
Soluciones potenciales para un futuro mejor
Los planificadores de la ciudad de Houston utilizaron los datos del análisis de la campaña 2020 para promulgar un Plan de Acción Climática diseñado para ayudar a desarrollar la resiliencia contra los desastres climáticos, incluido el calor extremo.
Richmond, Virginia, está utilizando la información para transformar terrenos que son propiedad de la ciudad en espacios verdes públicos, brindando opciones de espacios más frescos a aquellos que las necesitan.
Desliza las imágenes para ver cómo los equipamientos en el parque Pittman, solo cerca de tres km al sur del centro de Atlanta, puede emitir más calor que la temperatura oficial del aire registrada en las cercanías. El día en que se tomó esta imagen, el sábado 4 de septiembre, la temperatura máxima oficial de la ciudad era de 28,8 grados Celsius. Cuando se desliza hacia la izquierda para ver las imágenes térmicas, cuanto más amarillo y blanco es el color, más calor se emite. Los colores más rosados y morados muestran puntos más fríos que no emiten tanto calor, como los árboles y las zonas de sombra.
“Solía vivir en Nueva York, y tenían centros de enfriamiento donde las personas sin hogar podían entrar durante el día para evitar estar afuera en el calor, beber agua, tal vez conseguir un sándwich y un bocadillo. Y nunca he visto eso aquí (en Atlanta)”, dijo Scott. “Creo que (los planificadores de la ciudad) deberían plantar árboles en áreas calurosas, especialmente alrededor de las paradas de autobús. Creo que necesitan abrir algún tipo de centro, ya sabes, para ayudar a mantener a la gente fresca”.
Si bien Atlanta ha tenido centros de enfriamiento disponibles durante las olas de calor extremo, en el pasado estos centros no estaban abiertos durante la noche, cuando las temperaturas altas pueden tener un impacto en la salud particularmente grave. La ciudad de Atlanta no respondió a una solicitud de comentarios sobre la disponibilidad de centros de enfriamiento.
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El covid-19 también ha dificultado el acceso a centros de enfriamiento no oficiales como bibliotecas o centros comerciales, aunque es posible que hayan estado más disponibles para el público en general antes de la pandemia. En algunos casos, Scott descubrió que estos sitios estaban directamente cerrados.
Jelks dijo que estas comunidades necesitan inversiones y soluciones de una manera que no termine desplazándolas.
“Podemos sumar árboles nuevos, pero tenemos que asegurarnos de que también existan políticas de apoyo para mantener a las personas que actualmente sufren por la falta de acceso a estos servicios”, dijo Jelks. “Queremos que se mantengan en sus lugares y asegurarnos de que no sean desplazados por la gentrificación y expulsados de sus comunidades”, agregó.
Jen Christensen de CNN Health contribuyó a este informe.
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