Hallan en Europa restos de una antigua tortuga marina gigante con rasgos nunca vistos hasta ahora
Ángela Reyes Haczek
(CNN) — Hace mucho tiempo, tortugas marinas gigantescas nadaban por los mares de la Tierra. Hasta hace poco, se creía que estos animales prehistóricos, que alcanzaban una longitud de más de 3 metros desde la cabeza hasta la cola, solo se encontraban en las aguas que rodean América del Norte.
Ahora, los científicos han descubierto una especie que se desconocía y que es la mayor tortuga marina europea jamás identificada.
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La especie, que inicialmente encontró un excursionista que tropezó con los restos en 2016 en las montañas de los Pirineos del norte de España, ha recibido el nombre de Leviathanochelys aenigmatica. “Leviatán” es el término bíblico para designar a un monstruo marino, en alusión al gran tamaño del cuerpo de la criatura. “Chelys” se traduce como tortuga y “aenigmática” se traduce como enigma, en referencia a las características peculiares de la tortuga, escribieron los autores de un artículo publicado el jueves en la revista Scientific Reports.
La presencia de este animal inusual en esta parte del mundo prehistórico revela que las tortugas gigantes eran más comunes de lo que se pensaba, según el estudio.
Antes del descubrimiento, la especie europea más grande medía apenas 1,5 metros de longitud, similar a las tortugas laúd actuales, que pesan una media de 300 a 500 kilogramos y miden entre uno y dos metros, según el Instituto Smithsonian.
Un miembro del equipo de investigación en el lugar de la excavación en los Pirineos. Los primeros restos de tortuga se descubrieron en 2016, pero los investigadores volvieron en 2021 y encontraron más fragmentos. (Crédito: Àngel Galobart)
Sin embargo, los fragmentos óseos de esta especie recién identificada han llevado a los científicos a estimar que Leviathanochelys tenía un cuerpo de 3,7 metros de largo, casi tan grande como un sedán promedio.
“Nunca pensamos que fuera posible encontrar algo así. Después de un largo estudio de los fragmentos óseos, nos dimos cuenta de que había algunos rasgos totalmente diferentes, que no estaban presentes en ningún otro fósil de una especie de tortuga descubierto hasta ahora”, dijo Albert Sellés, coautor del estudio e investigador postdoctoral en el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont de la Universidad Autónoma de Barcelona, en España.
Huesos repletos de información
En un principio, los investigadores creían que los huesos pertenecían a otro tipo de animal, según Sellés.
“Es bastante común encontrar fragmentos de huesos, muchos de ellos. Pero la mayoría brindan poca información”, dijo Sellés. “Es bastante raro descubrir algo que realmente te cuente un poco de la vida del pasado”.
Un museo local y el Ministerio de Cultura de Cataluña habían recogido originalmente los especímenes óseos, pero estos quedaron sin estudiarse durante casi cinco años. Cuando Sellés y los demás investigadores empezaron a estudiar los huesos en 2021, se dieron cuenta de que estaban ante una especie de tortuga marina completamente nueva para la ciencia, y rápidamente volvieron al yacimiento para realizar más excavaciones.
Allí se descubrieron más fragmentos del espécimen, incluidos trozos de la pelvis y el caparazón. Con estos hallazgos, los científicos observaron más características que no habían visto anteriormente en ninguna especie viva o muerta.
“Las principales diferencias de este nuevo fósil están relacionadas con la región pélvica. Más concretamente, con un par de protuberancias óseas presentes en la parte anterior de la pelvis, que sospechamos que están relacionadas con algún tipo de músculo que controla el movimiento de la región abdominal de la tortuga”, dijo Sellés.
Fragmentos de la pelvis y el caparazón de la tortuga gigante hallados en las excavaciones del norte de España. (Crédito: Àngel Galobart)
Este rasgo o músculo probablemente influyó en la capacidad respiratoria de las tortugas, permitiéndoles contener la respiración durante más tiempo que otras especies con el fin de nadar en las profundidades del océano para encontrar comida o escapar de los depredadores, según Sellés.
Más grande y más antigua que las tortugas marinas conocidas hasta ahora
El equipo de investigación estimó que el animal vivió durante la era campaniana del Cretácico Superior, lo que hace que tenga al menos 72 millones de años.
La mayor tortuga de la que se tenía constancia hasta ahora, llamada Archelon, vivió hace unos 70 millones de años y llegó a medir unos 4,5 metros de largo. Antes de este reciente descubrimiento, todos los hallazgos de tortugas marinas gigantes prehistóricas pertenecían al mismo linaje que Archelon.
“Estamos demostrando que las tortugas podían alcanzar proporciones realmente gigantescas en diferentes épocas, y también en diferentes familias”, dijo Sellés. “Por primera vez, hemos encontrado una tortuga (gigante) que no pertenece a esta familia”.
Los investigadores esperan volver al yacimiento fósil de nuevo para buscar más huesos, ya que no están seguros de que se hayan descubierto todos los fragmentos de este espécimen, según Sellés.
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