Las conversaciones en internet sobre protestas a favor de Trump en Nueva York no se comparan a las del 6 de enero, dicen funcionarios
Rocío Muñoz-Ledo
(CNN) — La esperada comparecencia del expresidente Donald Trump ante una corte de Nueva York este martes ha generado un estallido modesto de amenazas en internet que hacen llamados a la violencia. Sin embargo, funcionarios federales dicen que las conversaciones han sido desorganizadas, esporádicas y carecen de la planificación coherente que definió el período previo al ataque del 6 enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos.
Cualquier señal de un aumento en la retórica violenta o de amenazas potenciales en evolución se filtra a través de los canales federales en el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI, que están en contacto regular con el Departamento de Policía de Nueva York mientras hace los preparativos de seguridad para la lectura de cargos de Trump en un juzgado de Manhattan, le dijo a CNN un alto funcionario estadounidense familiarizado con la planificación.
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“Definitivamente no descartamos nada y nos mantenemos alerta”, dijo el funcionario a CNN. “Pero no vemos ningún complot creíble, específico y activo”.
Aún así, funcionarios y exfuncionarios de seguridad nacional y de agencias de la aplicación de la ley de EE.UU. que CNN entrevistó mostraron sus reservas pues ahora es más probable que los extremistas de derecha usen comunicaciones encriptadas para planificar su próximo movimiento, en lugar de foros de mensajes públicos. Estos funcionarios no quieren cometer el error de subestimar el potencial de violencia política, como los críticos acusaron a las fuerzas del orden público federales, estatales y locales de haberlo hecho antes del 6 de enero.
“Los actores realmente sofisticados probablemente no estarían hablando en foros públicos de todos modos”, dijo un alto funcionario.
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Trump inicialmente convocó protestas cuando publicó por primera vez sobre su posible arresto hace dos semanas, pero no ha pedido específicamente a sus partidarios que vayan a Nueva York este martes desde que se confirmó que sería acusado.
El New York Young Republican Club está organizando una manifestación cerca de la corte este martes. Una protesta anterior del grupo en la zona tuvo poca asistencia. La representante Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia, dice que asistirá a la protesta y pide a sus seguidores que se unan.
Durante el fin de semana hubo un puñado de manifestaciones de partidarios de Trump en protesta por la acusación en lugares como Carolina del Sur y California. Arrestaron a un hombre de 33 años después de que estalló una pelea este sábado durante una protesta de un pequeño grupo de partidarios de Trump en Huntington Beach, California.
Públicamente, ha habido un flujo constante de retórica violenta en torno a la lectura de cargos con cierto enfoque en el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg. Un usuario en un foro a favor de Trump reaccionó al impulso de Bragg para acusar a Trump: “Hubo alguna vez en que lo habrían linchado por mucho menos”.
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Conversaciones como trampa
A pesar de esto, parece haber poca discusión pública sobre la asistencia real al evento. Y un tema constante en los foros de mensajes pro-Trump en las últimas semanas es el temor de que cualquier protesta pueda ser una trampa tendida por agentes federales.
“¿Recuerdas lo que pasó la última vez que Trump convocó a una protesta? Tiró a todos debajo del autobús”, se lee en una publicación compartida en un canal de Telegram del grupo de extrema derecha Proud Boys.
Funcionarios del FBI y del Departamento de Seguridad Nacional intentan lograr un equilibrio entre mantenerse alerta ante cualquier amenaza emergente y no darle demasiada importancia a las conversaciones en línea y compartir falsas alarmas con funcionarios estatales y locales. Las agencias federales también desconfían de exponerse a los ataques políticos de los republicanos ansiosos por denunciar cualquier cosa que se perciba como una infracción de los derechos de la Primera Enmienda de las personas, informó CNN.
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A nivel federal, todavía existe la preocupación de que la información sobre amenazas potenciales que los federales difunden a los funcionarios estatales y locales podría verse como alimento para los teóricos de la conspiración de que el gobierno está tramando algo contra ellos, dijo a CNN una fuente familiarizada con la planificación.
Los investigadores también deben equilibrar el seguimiento de las conversaciones incendiarias en línea y no exagerar las amenazas vacías que solo aumentarían la ansiedad pública en torno a la acusación de Trump.
Esto contrasta marcadamente con los días previos al 6 de enero, cuando los partidarios de Trump discutieron viajar a la ciudad de Washington después de que el expresidente los llamara.
En los foros a favor de Trump se teme que las manifestaciones puedan ser un “montaje”. Esto se debe en parte a la falsa noción de que muchos partidarios de Trump creen que el ataque del 6 de enero al Capitolio de EE.UU. fue un “trabajo interno” o el trabajo de grupos de extrema izquierda como “Antifa”. En realidad, cientos de simpatizantes de Trump fueron acusados de participar en el ataque al Capitolio.
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“A diferencia del 6 de enero, no estamos viendo discusiones generalizadas sobre los preparativos logísticos para las protestas”, dijo este domingo a CNN Adi Cohen, director de operaciones de Memetica, una compañía de inteligencia de amenazas en línea.
“En cambio, las personas influyentes de MAGA están tratando de usar este incidente para movilizar a los partidarios de Trump para que se comprometan cada vez más con la campaña a largo plazo, particularmente a medida que comienza a levantarse durante los próximos meses”.
La campaña de Trump afirma haber recaudado más de US$ 4 millones en las 24 horas posteriores a que se informara la acusación el jueves pasado.
Meghan Conroy, exinvestigadora de la comisión selecta del 6 de enero de la Cámara de Representantes, le dijo a CNN que esperaba que los ciudadanos en línea de extrema derecha se comportaran de manera similar a como lo hicieron después de que el FBI allanó la residencia de Trump en Mar-a-Lago el año pasado, con más fanfarronería que mordida en términos de amenazas.
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Aún así, uno de los partidarios de Trump respondió a la búsqueda de Mar-a-Lago intentando entrar en la oficina de campo del FBI en Cincinnati con un rifle de asalto.
“¿Me preocupa la movilización masiva al estilo del 6 de enero en apoyo de Trump? No”, dijo Conroy, quien ahora es investigadora en el Laboratorio de Investigación Forense Digital del Atlantic Council. “¿Me preocupan los ataques dirigidos contra el fiscal de distrito de Manhattan, los miembros del Partido Demócrata, los llamados RINO o cualquier número de personas o entidades con las que Trump ha tratado de engañar a sus seguidores? Absolutamente”.
Katherine Keneally, directora sénior de investigación en el Instituto para el Diálogo Estratégico, que rastrea las amenazas en línea, dijo que una de las razones por las que los llamados a la violencia se limitaron después de que se supo la noticia de la acusación de Trump es porque sus seguidores temen ser arrestados, como lo fueron muchos de los manifestantes del 6 de enero.
“Hasta el martes, buscaremos nuevas narrativas en torno a la acusación que movilicen a las personas a la acción fuera de internet, indicadores de que los partidarios se están organizando (en particular, cualquier grupo extremista) y contenido que sugiera amenazas creíbles”, dijo Keneally a CNN.
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