Venezuela pide a trabajadores estar alertas de la “seguridad física” y “cibernética” de las operaciones petroleras
Por CNN en Español
La vicepresidenta de Venezuela y ministra de Hidrocarburos del país, Delcy Rodríguez, pidió el viernes a trabajadores de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que se mantengan alertas de la “seguridad física” y “cibernética” de las instalaciones y operaciones petroleras del país, en momentos en que crece la tensión con Estados Unidos por su presencia militar en el Caribe, los ataques a presuntas embarcaciones narcotraficantes, así como la reciente incautación de un petrolero y sanciones a familiares del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Yo los llamo a estar alertas sobre la seguridad física de nuestras instalaciones, sobre la seguridad cibernética de nuestras operaciones”, dijo Rodríguez en una videoconferencia con trabajadores de PDVSA, según un comunicado de la página web de la vicepresidencia venezolana que ya no está disponible en línea.
Rodríguez agregó que el Gobierno de Venezuela cuenta con “sólidos planes de contingencia” ante sucesos como la incautación del petrolero esta semana frente a las costas de Venezuela, un hecho que la vicepresidenta calificó de “piratería de Estado”.
El miércoles, personal estadounidense armado incautó un petrolero en aguas internacionales frente a la costa venezolana que presuntamente había estado involucrado en una “red de transporte ilícito de petróleo” en apoyo a países como Venezuela e Irán, según la secretaria de Justicia de EE.UU., Pam Bondi.
Un día después de la incautación, Estados Unidos anunció nuevas sanciones a compañías navieras y buques que, según dice, ayudan a transportar crudo venezolano. Además, tres sobrinos de la esposa de Maduro, Cilia Flores, así como otro empresario afín al presidente de Venezuela, también fueron incluidos en la lista de sanciones publicada el jueves por el Departamento del Tesoro de EE.UU.
Previamente, Venezuela ya había denunciado “enérgicamente” la incautación del buque, describiendo la medida como un “acto de piratería”. En un comunicado, el Gobierno venezolano señaló que la medida deja claro que la política de Washington hacia Caracas forma parte de un “plan deliberado de despojo de nuestros recursos energéticos”.
“En estas circunstancias, han quedado finalmente al descubierto las verdaderas razones de la agresión prolongada contra Venezuela. No es la migración. No es el narcotráfico. No es la democracia. No son los derechos humanos. Siempre se trató de nuestras riquezas naturales, de nuestro petróleo, de nuestra energía, de los recursos que pertenecen exclusivamente al pueblo venezolano”, afirmó el Gobierno de Maduro. En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la campaña de su administración contra Venezuela es “por muchas cosas”, entre ellas el flujo de inmigrantes indocumentados de Venezuela a EE.UU.
Venezuela aseguró que apelaría la incautación ante “todas las instancias internacionales existentes”.
Según un alto funcionario estadounidense, el buque incautado, de nombre Skipper, transportaba crudo venezolano, se dirigía a Cuba y estaba finalmente destinado a Asia después de ser negociado a través de vendedores cubanos.
El Skipper, anteriormente llamado Adisa, fue sancionado por Estados Unidos en 2022 por facilitar el comercio de petróleo para Hezbollah y la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
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Con información de Adam Cancryn, Kevin Liptak, Michael Rios, Lex Harvey, Sandi Sidhu, Isaac Yee y Donald Judd, de CNN.
