Karlos Arguiñano: “El argentino si no come carne cree que no ha comido”
Ángela Reyes
No te pierdas la entrevista completa con Karlos Arguiñano este domingo a las 8 p.m. hora de Miami en ‘En diálogo con Longobardi’
(CNN Español) — El chef y estrella de la televisión Karlos Arguiñano lleva décadas en la cresta de la ola. Con el humor y su pasión por comunicar, ha enseñado a cocinar a miles de personas a través de sus programas no solo en España sino también en Latinoamérica.
Ahora se sienta con Marcelo Longobardi para una conversación distendida, afable, en la que cuenta con gran espontaneidad muchas anécdotas de su vida: desde sus comienzos como un mal estudiante que solo destacaba por sus “meadas” (“Yo era el que más lejos meaba de todos los del colegio”, recuerda con orgullo) pero con desastrosos resultados académicos, hasta su éxito indiscutible como uno de los primeros celebrity chefs en español, pasando por su etapa trabajando en la construcción de locomotoras, donde se dio cuenta que no iba a tener ningún futuro.
Cuando era adolescente, dice, le repetían una frase que le quedó “grabada en la cabeza”: “Tú nunca serás nada”. Ahora, este vasco de 73 años nacido en Beasain lleva consigo una trayectoria de más de 30 años en la televisión de su país natal y también de Argentina, donde se siente muy querido. “Siempre he dicho que para mí es mi segundo país”, le comenta a Longobardi, en referencia al lugar donde trabajó cinco años, primero en ATC y después en Canal 13.
Karlos Arguinano asiste a la sesión de fotos de los ‘Premios Nacionales de Televisión’ el 04 de septiembre de 2021 en Vitoria-Gasteiz, España. (Foto de Carlos Alvarez/Getty Images)
En esos años tuvo tiempo de observar y conocer mucho a los argentinos. “Los argentinos solo se unen para la selección… en todo lo demás están discutiendo”, dice. Y, al ser consultado por Longobardi, reflexiona sobre qué podrían aprender de los vascos: “que hay que ser constante, que hay que ser honrado, que hay que ser cumplidor”.
De una cena con Joan Manuel Serrat al estrellato
¿Cómo comenzó su carrera en televisión? Décadas atrás, Joan Manuel Serrat y su equipo fueron un día a cenar al restaurante de Arguiñano en Zarauzt, el pueblo donde vive actualmente, recuerda.
“Después de cenar, yo me puse en plan gracioso y los tuve tres o cuatro horas muriéndose de la risa de las tonterías que contaba. Y entonces uno del equipo de Joan Manuel Serrat me dice “Oye, Carlos, ¿estarías dispuesto a hacer un vídeo de chistes?”, y él, según recuerda, le dijo que no: lo que quería era hacer un programa de televisión de cocina.
Para él era importante enseñar a la gente a “ampliar el recetario” y que las personas en su país conocieran “lo bueno de cada esquina de España”. A los días de ese encuentro llegó un proyecto y el resto es historia.
La fijación de los argentinos con la carne
Arguiñano dice que en la cocina descubrió su verdadera vocación, lo que verdaderamente le hace feliz. Y la ha aprovechado como plataforma para enseñar y ayudar.
“Comer bien no es comer ni mucho ni caro, es comer variado”, explica cuando la conversación vira hacia las dietas saludables, e insiste con uno de los mantras que ha repetido hasta la saciedad en sus programas televisivos: “Un poco de todo y mucho de nada”.
Al respecto, Arguiñano recuerda que, cuando vivía en Argentina, un día lo llamaron desde la Casa Rosada para decirle que el entonces presidente Carlos Menem quería tomar un café y conversar con él. “Me tomé un café con Menem y me agradeció la labor que estaba haciendo, porque yo insistía mucho en Argentina que hay que comer más verdura, hay que comer más legumbres y hay que comer más pescado porque el argentino come carne, si no come carne cree que no ha comido”.
El chef Arguiñano recuerda sus años en Argentina 0:52
La doble vara de Europa: con los refugiados africanos “no hay clemencia”
Durante su entrevista con Longobardi, Arguiñano reflexiona también sobre la guerra. “Lo que estamos viendo es una atrocidad”, dice. “Yo pensaba que ya no iba a volver a ocurrir, pero a la vez me doy cuenta de que estamos todos muy solidarios con todos los refugiados ucranianos —me parece lógico y natural— pero sin embargo, si esto mismo vemos que pasa con negros que los tenemos muy cerca nadie dice absolutamente nada”.
“Ahí es donde no llego a entender cómo puede ser que porque uno sea rubio y de ojos azules se les atienda de principio a fin, que me parece lo justo, y otros porque sean negros de pura cepa les pongamos concertinas para que no puedan pasar”, ahonda, afirmando que para los africanos “no hay clemencia”.
El problema del mundo, dice, es que “como casi siempre, mandan los malos”. “A ver si por fin empiezan a mandar los buenos en el mundo y podemos agarrarnos todos de la mano: blancos, negros, amarillos y azules”, reflexiona.
El chef colabora con algunas obras sociales en Latinoamérica. Ahora, por ejemplo, apoya un proyecto en Pachacútec, Perú, que brinda el desayuno a cientos de niños y adolescentes cada día. Desde hace más de 25 años comenzó a colaborar también con una iniciativa en Petare, Caracas.
Y para terminar, la receta del flan de Karlos Arguiñano que “saca las lágrimas”
Durante la entrevista con Longobardi, Arguiñano dio su receta para hacer un flan tan sencillo y rico que “saca las lágrimas”. Mira aquí cómo es:
El secreto de un buen flan, según el chef Arguiñano 1:07
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