Trump y Vance no fueron invitados al funeral de Cheney, pero Biden, Bush y cuatro exvicepresidentes asistieron
Por Jamie Gangel y Michael Williams, CNN
Expresidentes y políticos de ambos partidos se reunieron este jueves en Washington para el funeral del exvicepresidente Dick Cheney, una figura clave de la política republicana previo al movimiento MAGA.
Ni el presidente Donald Trump ni el vicepresidente J. D, Vance fueron invitados al funeral de Cheney, según una fuente familiarizada con el asunto.
Cheney recibirá honores militares completos en el servicio conmemorativo, que se espera sea un evento bipartidista con la presencia de distinguidos de Washington.
Se esperaba la asistencia de más de 1.000 personas al funeral, solo por invitación, la mañana del jueves en la Catedral Nacional de Washington, incluidos cuatro exvicepresidentes que aún viven y dos expresidentes.
Los expresidentes George W. Bush y Joe Biden asistieron para rendir homenaje, junto con Kamala Harris, Mike Pence, Al Gore y Dan Quayle, que sirvieron en la vicepresidencia. También se esperaba la presencia de varios jueces de la Corte Suprema, incluido el presidente del tribunal John Roberts y los jueces Brett Kavanaugh y Elena Kagan. Un gran número de miembros actuales y anteriores del gabinete de gobiernos tanto republicanos como demócratas también están presentes, así como líderes del Congreso de ambos partidos.
La presidenta emérita de la Cámara Nancy Pelosi asistió junto con el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, y el exlíder Mitch McConnell.
CNN se ha puesto en contacto con la Casa Blanca para obtener comentarios. Axios fue el primer medio en informar que Trump no fue invitado al funeral.
La lista de invitados al funeral es en sí misma un guiño a una época en la que Washington no estaba tan polarizado y los políticos de ambos partidos rendían homenaje cuando fallecía un dignatario.
El funeral de Cheney se llevó a cabo a las 11 a.m. (hora de Miami). Entre los oradores están Bush, la hija de Cheney, la exrepresentante Liz Cheney, y algunos de sus nietos.
Cheney, quien fue vicepresidente de Bush de 2001 a 2009, murió el 3 de noviembre a los 84 años. Antes de ser elegido vicepresidente, Cheney se desempeñó como secretario de Defensa, secretario general de la Casa Blanca y congresista por Wyoming.
Fue considerado uno de los vicepresidentes más poderosos e influyentes de la historia, pero su papel como arquitecto de la guerra de Iraq lo llevó a dejar el cargo en una situación impopular y consolidó un legado polarizador.
Si bien los funerales oficiales en Washington suelen incluir invitaciones a la Casa Blanca, la exclusión de Trump no debería sorprender.
Cheney fue un conservador de línea dura de toda la vida que respaldó la campaña de Trump en 2016. Pero pasó los últimos años de su vida hablando en contra de Trump, especialmente después de que su hija, la entonces representante Liz Cheney, atrajera la ira del presidente por su papel destacado en una comisión del Congreso que investigó la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio.
En 2022, Cheney describió a Trump como un cobarde y dijo que nadie era “una amenaza mayor para nuestra república”.
Trump no ha expresado públicamente sus condolencias ni ha comentado sobre la muerte de Cheney. Vance, antes del funeral de Cheney el jueves, recordó al exvicepresidente como “un hombre que sirvió a su país” y deseó a su familia “todo lo mejor en este momento de duelo”.
Pence, quien de manera similar se distanció de Trump por los esfuerzos del presidente para revertir las elecciones de 2020, dijo que Cheney le dio dos consejos poco después de que Pence fuera elegido vicepresidente en 2016. Le instó a pasar “mucho tiempo en el Capitolio” y a recibir el informe diario del presidente a primera hora de la mañana, antes de asistir a cualquier reunión con el presidente, para estar mejor preparado para lo que se discutiría.
“Fue una manera en la que él dijo: ‘Estarás mejor preparado para asesorar al presidente si sabes de antemano lo que viene y puedes analizarlo a través del filtro de las prioridades del presidente’”, dijo Pence a Jeff Zeleny de CNN antes del funeral.
La Casa Blanca ofreció una reacción discreta tras la muerte de Cheney, con la secretaria de prensa Karoline Leavitt diciendo a los periodistas que Trump estaba “al tanto” del fallecimiento del exvicepresidente y señalando que las banderas habían sido izadas a media asta.
Los portadores honorarios del féretro en el funeral de Cheney incluyeron a miembros de su equipo del Servicio Secreto; sus ex secretarios generales, David Addington y Scooter Libby; y el fotógrafo David Hume Kennerly.
En una de las últimas páginas del folleto del servicio aparece una cita del escritor y naturalista John Muir, que dice: “Las montañas me llaman y debo ir”.
Eric Bradner de CNN contribuyó a este informe.
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