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Exclusiva CNN: El primer ministro de Haití estuvo implicado en la planeación del asesinato del presidente, según el juez que preside el caso

Alexandra Ferguson

Puerto Príncipe, Haití (CNN) — A principios de septiembre, una docena de miembros fuertemente armados de un equipo de élite de las fuerzas del orden de Haití se sentaban tranquilamente en varios vehículos encubiertos en la capital de Puerto Príncipe, con la quietud de la noche atravesada únicamente por el paso ocasional de una motocicleta.

Los veteranos agentes ya habían perseguido antes a objetivos de alto nivel: oligarcas, narcotraficantes, líderes de bandas e incluso políticos.

Pero esta operación era diferente, según las extensas conversaciones que CNN mantuvo con dos fuentes implicadas en su planificación.

Esta vez, si ejecutaban con éxito su misión, las fuentes dijeron que cambiaría la trayectoria de toda una nación al ayudar a los investigadores a demostrar que el primer ministro de su país estaba relacionado con un asesinato.

Aproximadamente dos meses antes, en la madrugada del 7 de julio de 2021, el entonces presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado en la residencia presidencial. Más de dos docenas de hombres armados irrumpieron en el recinto presidencial, donde apenas encontraron resistencia por parte de las fuerzas de seguridad que estaban allí para proteger al presidente.

Moïse recibió 12 disparos y murió. Su esposa, Martine Moïse, también recibió varios disparos, pero sobrevivió.

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El hombre encargado de organizar el escuadrón de asesinos, según las autoridades de Haití, era un antiguo funcionario haitiano de la lucha contra la corrupción llamado Joseph Felix Badio, que estaba prófugo.

Pero esa noche de principios de septiembre, esos agentes encubiertos creían saber exactamente dónde estaría Badio: en una reunión con el primer ministro de Haití Ariel Henry, dentro de su residencia oficial en la capital.

Un informante confidencial había dicho a los agentes que Henry se reuniría con Badio esa noche. Los hombres se habían reunido ya dos veces desde el magnicidio, según los investigadores.

Durante semanas, los investigadores haitianos creyeron que el propio Henry estaba implicado tanto en la planificación del asesinato como en su posterior encubrimiento.

Creían que una reunión privada entre Henry y uno de los principales sospechosos del caso ayudaría a conectar esos puntos.

El plan consistía en detener a Badio cuando saliera de la casa y luego, en una fecha posterior y con pruebas de la reunión en la mano, detener también a Henry.

Pero Badio nunca apareció.

Henry se quedó dentro toda la noche y, tras el amanecer, los agentes decidieron abandonar su misión.

Los investigadores declararon a CNN que más tarde se enteraron de que se había filtrado la noticia de la posible redada. Badio y Henry habían recibido un aviso, según dijeron, por lo que la pareja canceló la reunión.

La redada fallida es solo un ejemplo de cómo los investigadores haitianos se ven frustrados en sus intentos de investigar el asesinato del presidente.

Múltiples fuentes de las fuerzas del orden dijeron a CNN que un hombre está en el centro de gran parte de esa obstrucción: Ariel Henry. No los identificamos por razones de seguridad.

Dichas fuentes afirman haber expuesto una serie de acciones cuestionables que, según dicen, detallan la presunta implicación del primer ministro en el asesinato: tanto en la planificación de la muerte de Moïse como en la ayuda para orquestar el posterior encubrimiento. Y, cuando dos de las máximas autoridades judiciales buscaron posibles cargos contra él, fueron despedidos.

“Henry está en el centro de todo”, dijo un investigador a CNN. “Todo lo que ha hecho desde que asumió el cargo de primer ministro es obstruir (la investigación) y j****nos”.

Henry no ha devuelto las llamadas de CNN, si bien ha negado previamente cualquier implicación en el magnicidio.

El primer ministro ha descrito frecuentemente la resolución del caso del asesinato como una misión personal.

“Nada. Absolutamente nada. Ninguna maniobra política, ninguna campaña mediática, ninguna distracción puede impedir alcanzar este objetivo de hacer justicia para el presidente Moïse”, dijo Henry a los líderes mundiales en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre.

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Juez: “Ariel está conectado… con el autor intelectual”

El caso oficial que investiga el asesinato sigue su curso en Haití, pero está prácticamente muerto. Desde agosto no se han producido nuevas detenciones, ni nuevos sospechosos, ni ninguna prueba, pero técnicamente continúa.

Decenas de sospechosos detenidos en las primeras semanas después del asesinato siguen recluidos en una prisión de Haití. Ninguno de ellos ha sido acusado formalmente.

Hasta hace poco, el juez Garry Orélien era el máximo funcionario judicial de Haití que supervisaba el caso.

En una grabación tomada en otoño de 2021, cuando aún presidía la investigación, Orélien deja muy clara su opinión sobre la implicación de Henry.

“Ariel (Henry) está conectado y es amigo del autor intelectual del asesinato. Lo planearon con él. Ariel es el principal sospechoso del asesinato de Jovenel Moïse, y lo sabe”, dice Orélien en la grabación, obtenida en exclusiva por CNN.

CNN verificó la grabación comparándola con otras grabaciones conocidas de Orélien y a través de extensas conversaciones que CNN ha mantenido con él, así como de mensajes de voz. Orélien no sabía que lo estaban grabando.

“No recuerdo haber hablado con nadie sobre el caso con gran detalle”, dijo Orélien cuando se le preguntó por la grabación. “Mucha gente está tratando de influir en el caso y no voy a caer en su juego”.

Crónica del magnicidio de Jovenel Moïse

7 de febrero de 2017: Jovenel Moïse jura como presidente de Haití tras ganar unas polémicas elecciones. Sucede al presidente Michel Martelly, su mentor político y el hombre que lanzó su carrera política. 7 de febrero de 2021: el presidente Moïse afirma que sus fuerzas de seguridad frustraron un intento de golpe de Estado contra él, lo que aumenta las sospechas de que poderosas facciones políticas del país quieren acabar con él. 5 de julio de 2021: el presidente Moïse nombra a Ariel Henry como primer ministro. Henry todavía no juró formalmente el cargo. 7 de julio de 2021, antes del amanecer: más de dos docenas de hombres fuertemente armados irrumpen en el recinto de la residencia presidencial mientras el presidente Moïse y su esposa Martine están dentro. Moïse recibe un disparo mortal. Su esposa resulta herida en el ataque, pero sobrevive. 7 de julio de 2021, mediodía: un grupo de sospechosos, entre ellos más de 20 presuntos mercenarios colombianos, es atrapado por las fuerzas de seguridad de Haití poco después de salir de la residencia presidencial. Durante un intenso tiroteo, varios de los líderes colombianos mueren. Muchos otros son capturados. Varios sospechosos clave escapan. 20 de julio de 2021: Como primer ministro, Ariel Henry asume formalmente el liderazgo de un gobierno de transición fracturado. Su ascenso al poder está respaldado por Estados Unidos. Agosto de 2021: las fuentes dicen a CNN que se ignoran las múltiples peticiones de los investigadores para ampliar la investigación judicial inicial sobre el magnicidio. Nunca se dan razones a los investigadores para que no se les conceda permiso para seguir investigando. Septiembre de 2021: una operación encubierta para atrapar al principal sospechoso en libertad, Joseph Felix Badio, durante una reunión con Henry, se ve frustrada después de que las fuentes afirman que los planes se filtraron a uno o a ambos hombres. Hubiera sido la tercera vez que Badio y Henry se reunían en persona después del asesinato, según los investigadores. 10 de septiembre de 2021: el principal fiscal del país, Bed-Ford Claude, acusa a Henry de estar relacionado con el plan de asesinato y solicita que el primer ministro comparezca para un interrogatorio formal. 14 de septiembre de 2021: el primer ministro Henry despide a Claude y al ministro de Justicia Rockefeller Vincent. Vincent había apoyado la petición de Claude de interrogar formalmente a Henry. 25 de noviembre de 2021: el abogado Berto Dorcé, que fue arrestado por tráfico de drogas en 1997, según una fuente de las fuerzas del orden de Haití, jura como candidato de Henry a ministro de Justicia. Dorcé había calificado previamente de falsas las acusaciones. Antes de su nombramiento, Dorcé había sostenido que Henry no debería enfrentarse a un interrogatorio en el caso de asesinato. Diciembre de 2021- enero de 2022: los fiscales federales del Distrito Sur de Florida, EE.UU. acusan a dos de los principales sospechosos del caso de asesinato. Se les acusa de conspirar para matar o secuestrar fuera de Estados Unidos, lo que indica que Estados Unidos está intensificando su investigación sobre el magnicidio. Según la denuncia federal, uno de los hombres proporcionó las armas y la munición para matar al presidente de Haití.

Henry, el sospechoso

El primer ministro de Haití, Ariel Henry, en una ceremonia en memoria del fallecido Jovenel Moïse, en Puerto Príncipe, el 20 de julio de 2021.

Henry se convirtió en primer ministro el 20 de julio, después de que se alcanzara un acuerdo de reparto del poder tras la muerte de Moïse.

Moïse había nombrado a Henry dos días antes de ser asesinado, pero aún no había jurado su cargo en el momento de la muerte de Moïse. A mediados de julio, las embajadas de Estados Unidos, Francia, la Unión Europea y otras en Haití pidieron a Henry que dirigiera el país de forma interina, allanando el camino para que asumiera el poder.

Pero no tardaron en surgir preguntas sobre las supuestas conexiones de Henry con al menos uno de los participantes en el asesinato, o sus supuestos intentos de cerrar la investigación y encubrirla.

A principios de agosto, apenas un par de semanas después de la toma de posesión de Henry, los investigadores policiales elaboraron un primer informe sobre el asesinato, tal y como exige la legislación de Haití.

En ese informe, el entonces fiscal superior de Haití, Bed-Ford Claude, dijo que había pruebas claras de que se realizaron llamadas telefónicas entre Henry y Badio, uno de los principales sospechosos del asesinato, en las horas posteriores al asesinato del presidente.

Claude hizo públicas las pruebas a principios de septiembre, prohibiéndole salir del país y solicitando en una carta que Henry compareciera para un interrogatorio formal.

“Se confirma que usted, Ariel Henry, tuvo múltiples llamadas telefónicas, especialmente dos el 7 de julio, (unas dos horas después del magnicidio) a las 4:03 AM y a las 4:20 AM con uno de los principales sospechosos buscados en el asesinato del presidente Jovenel Moïse, Joseph Felix Badio”, decía Claude en la carta.

Claude declaró a CNN, poco después de la publicación de la carta, que estaba discutiendo los cargos contra Henry con un juez.

Henry se negó a comparecer para ser interrogado, y más tarde, Henry dijo a CNN que no tenía “ningún recuerdo” de una llamada telefónica, “o si tuvo lugar”.

Henry sostuvo que las acusaciones de Claude y de su jefe, el ministro de Justicia Rockefeller Vincent, eran meramente políticas.

“Quiero decir a los que todavía no lo han entendido, que las tácticas de distracción para sembrar la confusión e impedir que la justicia haga su trabajo con calma no se mantendrán”, escribió Henry en una serie de tuits.

Varios días después, Henry despidió a Claude y Vincent.

“Las pruebas son abrumadoras… Ariel es uno de los principales sospechosos en mi opinión”, dijo Claude a CNN recientemente cuando se le pidió un comentario.

“Yo quería acusar a Ariel Henry después de interrogarlo y creo que Ariel lo sabía, y me despidió, e ignoró mi petición (de acudir al interrogatorio)”, dijo.

Vincent, el ministro de Justicia, se escondió en Haití, temiendo por su seguridad. En otoño habló con CNN sobre Henry desde un lugar no revelado.

“Debería dimitir. Y todavía estamos esperando que dimita”, dijo. “Porque la noche de la muerte del presidente, unas horas después… tuvo conversaciones telefónicas con su asesino”, dijo Vincent.

Sin embargo, múltiples fuentes de las fuerzas del orden han declarado a CNN que las investigaciones oficiales sobre la muerte de Moïse están paralizadas desde hace meses.

Ceremonia en honor al presidente asesinado Jovenel Moïse en Puerto Príncipe, Haití el 20 de julio.

Como resultado de esa falta de acción, CNN tiene conocimiento de un pequeño grupo de investigadores que ha continuado discretamente su trabajo de investigación del asesinato, decididos a no dejar que gobierne la impunidad.

“No temo por mi vida”, dijo un investigador a CNN cuando se le preguntó si temía por su seguridad. “No se puede matar a un presidente y salirse con la suya”.

Varios de esos investigadores afirman ahora que Badio, que sigue prófugo en Haití, está actualmente bajo la protección de Henry y se oculta de las autoridades que lo arrestarían, si tuvieran la oportunidad.

“Henry está haciendo todo lo posible para ocultar a Badio de nosotros porque sabe que si atrapamos a Badio, podría echar de cabeza a toda la operación, incluida la prueba definitiva de quiénes son los autores intelectuales”, dijo un investigador a CNN.

Los intentos de Henry de obstruir la justicia son claros, según varios funcionarios de las fuerzas del orden de Haití con los que ha hablado CNN.

Pero también hay una serie de otros acontecimientos que, aunque no son directamente atribuibles a Henry, se han desarrollado bajo su administración, acontecimientos que, según el grupo de investigadores, no son casualidad.

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“No verá la luz del día”

Por un lado, el informe preliminar sobre el asesinato, elaborado en agosto, no llegó a convertirse en una investigación completa después de ser presentado a las autoridades judiciales.

El informe incluía pruebas incautadas en los teléfonos de los sospechosos que habían sido detenidos poco después del asesinato del presidente, según una copia del informe vista por CNN.

Los investigadores dijeron que vieron mensajes en al menos uno de estos teléfonos que aludían a transferencias bancarias entre Estados Unidos y Haití, transferencias que los investigadores creen que podrían proporcionar pruebas cruciales para averiguar quién financió el plan de asesinato.

Sin embargo, cuando los investigadores solicitaron en agosto permiso para ampliar su investigación, como exige la legislación de Haití, incluyendo el seguimiento de las supuestas transferencias bancarias, nunca recibieron respuesta del jefe de la policía judicial, Frédéric Leconte.

Una fuente cercana a la investigación dijo a CNN que los investigadores nunca han recibido ninguna razón sobre por qué se ignoró su petición.

“Eso significa que ya no hay una investigación formal en Haití sobre el asesinato del presidente”, dijo la fuente a CNN. “Es increíblemente frustrante”.

Leconte, que depende tanto del ministro de Justicia como de Henry, no pudo ser localizado para que hiciera comentarios.

La policía de Haití transporta a dos presuntos sospechosos a una comisaría de Puerto Príncipe el 8 de julio.

Henry hizo cambios a su gabinete en noviembre, nombrando a un abogado, Berto Dorcé, como ministro de Justicia.

Antes de ese nombramiento, Dorcé fue uno de los abogados que presentó una carta al fiscal superior del país en la que argumentaba que no se debía obligar a Henry a responder a preguntas sobre su presunta complicidad en el asesinato, alegando el privilegio ejecutivo de Henry.

Dorcé fue detenido por tráfico de drogas en 1997, según una fuente de las fuerzas de seguridad de Haití, una acusación que, según dijo entonces, era falsa.

Actualmente, Dorcé supervisa una gran parte del aparato de justicia de Haití. Eso le da la capacidad de bloquear cualquier solicitud de los fiscales o jueces para interrogar o acusar a Henry.

No hay constancia oficial de que haya bloqueado dicha solicitud. Pero al menos uno de los jueces, Orélien, que podría haber interrogado a Henry o solicitado cargos contra él mientras dirigía la investigación, creía que no llegaría muy lejos si lo intentaba.

En la grabación secreta de noviembre, se le pregunta a Orélien por qué no ha perseguido legalmente a Henry, dado que cree que éste es cómplice del asesinato y del encubrimiento.

“¿Crees que puedo tocar a Ariel (Henry) ahora? ¿Cómo puedo hacerlo? No podré dar (ninguna orden para acusarlo), no verá la luz del día”, dijo Orélien.

Dorcé no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.

“No es posible que todo esto sea una simple coincidencia”, dijo un investigador. “Todas estas cosas están conectadas”.

Mientras el grupo de investigadores sigue buscando justicia, crecen los llamamientos para que Henry dimita.

“Ariel Henry no tiene ninguna legitimidad ni credibilidad para gobernar. Sus posiciones podrían llevarnos a una crisis más profunda”, dijo James Beltis, presidente del Consejo Nacional de Transición, un grupo de líderes de la sociedad civil haitiana que quiere instalar un gobierno de transición independiente para supervisar la próxima ronda de elecciones.

Pero Henry no tiene previsto hacerse a un lado, algo a lo que el gobierno de Estados Unidos no se ha opuesto hasta ahora.

Sin embargo, cuando CNN le preguntó por qué Estados Unidos sigue apoyando a un primer ministro al que los investigadores han implicado claramente en el asesinato presidencial, un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. no mencionó en absoluto el apoyo a Henry, y remitió a CNN al Departamento de Justicia de EE.UU. y al gobierno de Haití.

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CNN también cuestionó por qué el gobierno de Estados Unidos ha permanecido tan callado sobre las acusaciones contra Henry.

“Estados Unidos ha apoyado en repetidas ocasiones una investigación exhaustiva e independiente sobre el asesinato del presidente Moïse que sea coherente con la legislación de Haití y con las normas internacionales del Estado de derecho”, dijo el portavoz. “Queremos que los que planearon, financiaron y llevaron a cabo el asesinato del presidente Moïse rindan cuentas. El pueblo haitiano necesita ver un proceso y una resolución transparentes de esta investigación para demostrar que los autores de crímenes tan atroces no pueden escapar a la justicia”.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha intensificado su propia investigación sobre el asesinato, extraditando y acusando recientemente a dos de los principales sospechosos del caso por haber planificado presuntamente el asesinato en territorio estadounidense.

Según la denuncia federal, uno de los hombres proporcionó las armas y la munición utilizadas en el asesinato del presidente de Haití.

Dos investigadores haitianos declararon a CNN que creen que si sus homólogos estadounidenses siguen indagando, Henry surgirá como un sospechoso clave para ellos también.

— Caitlin Hu y David von Blohn contribuyeron con este reportaje.

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