Intentó unirse a los Marines. Entonces su vida dio un giro que no esperaba
urielblanco
(CNN) — Tony Valdovinos dice que le cuesta ver el musical sobre su vida.
Pero hay muchas razones por las que espera que tú lo hagas.
“¡Americano!” comienza con uno de los momentos más dolorosos de la juventud de Valdovinos: el día en que intentó unirse a los Marines en su instituto de Arizona, pero acabó enterándose de que era un inmigrante indocumentado y no podía.
“Para mí no es un espectáculo. Es realmente lo que pasó. Y verlo en persona es algo que duele”, dice Valdovinos.
Ese día todo cambió para él. El futuro que había soñado se evaporó en un instante. Y su vida dio varios giros que no esperaba.
Convertirse en protagonista de un musical, dice Valdovinos, es solo el último ejemplo.
Valdovinos, de 31 años, es ahora un consultor político, y no es ajeno a compartir su historia. Pero ahora que “¡Americano!” comienza su andadura fuera de Broadway, espera que el nuevo público aprenda de sus experiencias y se inspire en ellas.
La pandemia de coronavirus retrasó el estreno del espectáculo en Nueva York. Pero Valdovinos dice que su mensaje es más urgente que nunca.
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El día que supo que era indocumentado marcó un final y un principio
Valdovinos aún recuerda el momento en que le pidió a su madre la documentación necesaria para alistarse en los Marines.
Tenía casi 18 años y un reclutador militar de su instituto acababa de enviar a Valdovinos a casa tras enterarse de que había nacido en México. Pero Valdovinos llevaba años soñando con alistarse, desde que vio por televisión el derrumbe de las torres de las Torres Gemelas, y estaba decidido a volver a la oficina de reclutamiento con los documentos en la mano.
“Mi madre empezó a derrumbarse. Se puso a llorar… … Todo su comportamiento cambió. Su energía cambió, sus hombros cambiaron”, dice Valdovinos. “Y me dijo la verdad”.
Valdovinos nació en Colima, México, y lo trajeron a Estados Unidos cuando tenía dos años. Antes de la revelación de su madre el día que intentó alistarse en los Marines, Valdovinos dice que no tenía ni idea de que era indocumentado. Y después de ese día, se encontró de repente inseguro de su camino en la vida.
Ahí es donde empieza “¡Americano!”, pero ni mucho menos donde termina la historia.
El amor de Valdovinos por el Cuerpo de Marines de EE.UU. es un tema que recorre “¡Americano!” y su vida.
El musical continúa retratando el descubrimiento por parte de Valdovinos de una nueva misión como gestor político y, finalmente, fundador de su propia empresa de consultoría política.
“Formar parte de las elecciones, aunque yo no pueda votar pero formar parte de la organización, ha sido muy gratificante… Se trata de mucho honor”, dice Valdovinos. “Se trata de ayudar a que nuestras comunidades no sean menospreciadas y, sobre todo, suprimidas”.
Con el tiempo, consiguió un trabajo como director de campo durante la candidatura de Rubén Gallego al Congreso.
Gallego, ahora congresista demócrata por Arizona, es un veterano del Cuerpo de Marines que sirvió en Iraq. Y tal como lo ve Valdovinos, aunque nunca llegó a alistarse en los Marines, sí pudo servir con uno.
“Que el Cuerpo de Marines me dijera que me fuera fue una experiencia muy grande. Pero… conocer a un marine, que me enseñó a cortar mapas políticos y a llamar a las puertas y a las lonas, fue igualmente impactante. Y creo que eso es “¡Americano!”, dice Valdovinos. “Es una historia de ir y venir, pero sin rendirse”.
DACA lo protege de la deportación. Pero su futuro es incierto
Cuatro años después del fatídico día en que se enteró de que no podía alistarse en los Marines, la vida de Valdovinos volvió a cambiar cuando el gobierno de Obama anunció el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) en 2012. DACA dio protección contra la deportación y permisos de trabajo a Valdovinos y a cientos y miles de otros llamados dreamers, inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños.
Ya pasó casi una década desde entonces.
Año tras año, los políticos de ambos lados del pasillo han dicho que apoyarían la legislación que da a los dreamers una oportunidad de convertirse en residentes legales permanentes y, eventualmente, en ciudadanos estadounidenses.
Cuando crecía, Valdovinos dice que trabajaba con frecuencia en el negocio de construcción de su padre. Aquí los trabajadores de la construcción son el centro de una escena de “¡Americano!”.
Pero los esfuerzos del gobierno de Biden por impulsar una vía para la ciudadanía se estancaron. Y también lo han hecho otras innumerables propuestas.
“Nos sentimos como profesionales en el limbo. Literalmente, toda mi vida ha pasado, toda mi juventud ha pasado conmigo en la política, esperando que fuéramos a conseguir una ayuda o una política, y dándonos cuenta de que el país ya no está enfocado ahí”, comenta Valdovinos.
Dice que espera que “¡Americano!” “vuelva a provocar esa conversación”, en Washington y en todo el país.
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Ven el espectáculo como una nueva vía de activismo
El programa de 2020 en Phoenix, dice, ya parece haber abierto algunas mentes. El gobernador de Arizona, el republicano Doug Ducey, describió la actuación como “poderosa e inspiradora”.
Y Valdovinos dice que escuchó a miembros del público salir del teatro diciendo que “no tenían ni idea de que los dreamers existían”.
La posibilidad de llegar a nuevos públicos fue un gran argumento de venta, dice Valdovinos, cuando un equipo creativo de la Phoenix Theatre Company le propuso la idea de escribir un musical basado en su vida.
El teatro se acercó a él, dice, después de escuchar una entrevista en NPR sobre su trabajo llamando a las puertas para llegar a los votantes latinos. Nunca imaginó que la historia de su vida pudiera acabar en un escenario.
“Me senté con ellos durante dos horas hace casi siete años, y les conté toda la historia de mi vida y mis dolores, mis luchas, las cosas que me inspiraron, las cosas que pasaron, las cosas que no pasaron”, dice. “Y ellos decidieron después de una semana que querían poner esto en una producción”.
Años después, “¡Americano!” se estrenó en el escenario de ese teatro, con música de la cantautora Carrie Rodriguez.
“Me di cuenta de que podemos llamar a las puertas eternamente y que nos regañe la gente que no nos apoya, o que tenemos que rogar a la gente que se interese en primer lugar”, dice Valdovinos. “Pero en última instancia, cuando ves una película o una obra de arte que resuena en ti, creo que es mucho más impactante”.
Chicanos Por La Causa trabajó para ayudar a garantizar la autenticidad de las representaciones mexicoestadounidenses como productor ejecutivo de “¡Americano!”. “Insistimos en la autenticidad de la cultura mexicoestadounidense y en la autenticidad de la parte de Arizona de la historia. No queríamos que hubiera estereotipos”, dice Max Gonzales, vicepresidente ejecutivo de la organización.
Y Valdovinos no es el único que espera que “¡Americano!” ayude a que la historia de los dreamers como él llegue a un público diferente.
Esa fue una de las principales cosas que Max Gonzales dice que tenía en mente cuando su organización, Chicanos Por La Causa, decidió invertir US$ 1,75 millones para ayudar a financiar la ejecución del espectáculo en Nueva York.
Chicanos Por La Causa es una organización sin ánimo de lucro con sede en Arizona que se centra en el desarrollo comunitario. Y convertirse en productor ejecutivo de “¡Americano!” es un gran paso para la organización, dice Gonzales. Las artes, dice, pueden ser una “forma innovadora de hacer promoción”. Hay una larga historia de vinculación de las artes con el activismo político, señala, como los famosos grabados de un esqueleto sosteniendo una cesta de uvas que ponían de manifiesto las duras condiciones a las que se enfrentan los trabajadores agrícolas.
Mientras los votantes de Arizona se preparan para sopesar una medida en la boleta electoral que restablecería la matrícula estatal para los dreamers como Valdovinos, Gonzales dice que el apoyo a “¡Americano!” es otra forma importante de correr la voz.
“Realmente queríamos tener una parte del espectáculo por su significado y lo convincente que era”, dice.
“Soy un estadounidense”
“¡Americano!” se estrenó oficialmente en New World Stages el 1 de mayo, y está previsto que el espectáculo se represente hasta el 19 de junio. A partir de ahí, sus promotores esperan que llegue a Broadway.
Independientemente de lo que suceda, Valdovinos dice que le entusiasma ver cómo se difunde el mensaje del espectáculo, aunque las representaciones le resulten personalmente demasiado dolorosas.
Tony Valdovinos (a la derecha) junto a Sean Ewing, que interpreta a Valdovinos en el escenario de “¡Americano!”.
En uno de los números del espectáculo, “Dreamer”, el personaje de Valdovinos -interpretado en Phoenix y ahora en Nueva York por Sean Ewing- entona una balada de pertenencia:
Este es mi hogar
Mi corazón, mi alma
¿Quién puede decir que este gran país que juré defender ya no es mío?
No estoy solo
Mis raíces están sembradas
¿Quién puede decir que este gran país que juré defender ya no es mío?
No estoy solo
Mis raíces están sembradas
Todo lo que he sabido es que soy estadounidense
Este es mi hogar
Es un mensaje que Valdovinos espera que resuene también más allá del ámbito político.
“Espero que alguien que se acerque, al menos, a la mentalidad en la que yo me encontraba en ese momento, en el que todo parecía imposible, se dé cuenta de que es posible con solo cambiar un poco de perspectiva y tener un poco más de coraje a través de su viaje, independientemente de dónde se encuentre”, dice.
Sabe lo rápido que puede cambiar la suerte. Y aunque no esté entre el público, estará animando para que “¡Americano!” tenga éxito.
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