Esta granja gigante en el desierto podría producir 3 millones de kilos de alimentos
Alexandra Ferguson
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CNN — En 2022, Dubai inauguró la granja vertical más grande del mundo. La instalación cubierta de 31.000 metros cuadrados en el Aeropuerto Internacional Al Maktoum de Dubai, compuesta por bandejas apiladas en torres que cultivan plantas con un mínimo de agua y tierra, produce más de un millón de kilogramos de verduras de hoja verde de alta calidad cada año.
Pero no ostentará el título durante mucho tiempo. Al otro lado de la ciudad, en el bien llamado Food Tech Valley, se está trabajando en una instalación aún mayor: una “granja gigante” de 12 metros de altura y 83.612 metros cuadrados.
El proyecto GigaFarm, supervisado por la empresa ReFarm, fundada en los Emiratos Árabes Unidos, no solo es más grande que otras granjas verticales, sino que también funciona de forma diferente, afirma Oliver Christof, CEO de Christof Global Impact, la empresa que está detrás de ReFarm.
Las cápsulas de alimentos y la agricultura vertical podrían ayudarnos a cultivar en Marte
Se calcula que los sistemas alimentarios son responsables de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según la ONU. El sector basado en la explotación del suelo, incluida la agricultura y el uso de la tierra, representa dos tercios de estas emisiones; la producción, incluidos los fertilizantes, contribuye con el 39% del total, y la distribución de los productos, con el 29%.
Para que la agricultura sea más ecológica, GigaFarm tiene previsto utilizar un conjunto de tecnologías capaces de transformar flujos de residuos como restos de comida y aguas residuales en productos agrícolas como compost, piensos, agua limpia y energía.
Al acercar las granjas a los consumidores y utilizar métodos de producción más eficientes para reducir el uso de fertilizantes, el sistema promete reducir la huella de carbono de la producción de alimentos, cultivando hasta tres millones de kilos anuales de verduras de hoja verde, hierbas y plántulas de hortalizas que sustituirán hasta el 1% de las importaciones de alimentos de los EAU, afirma Christof.
A las torres de crecimiento de IGS se accede por un ascensor. Crédito: Intelligent Growth Solutions (IGS)
“No es una granja vertical más”
La solución de cultivo vertical de GigaFarm la suministra IGS, una empresa escocesa fundada en 2013. Las “torres de crecimiento” de IGS, cuyo aspecto es similar al de un estacionamiento de varios pisos, apilado con plantas en lugar de vehículos, son un entorno controlado que supervisa y regula cuidadosamente la frecuencia y cantidad de agua y fertilizantes.
Mediante un sistema hidropónico, cada bandeja cultiva plantas utilizando un sustrato, como compost orgánico o fibras de coco, en lugar de tierra, y unas tiras de luz LED bajo cada bandeja proporcionan luz solar sintética. Los sensores, incluidas las cámaras, controlan el crecimiento de las plantas, y las torres pueden gestionar automáticamente los niveles de luz, temperatura, humedad, agua y nutrientes.
Las torres miden entre 6 y 12 metros de altura y son modulares, lo que facilita su ampliación, explica Andrew Lloyd, CEO de IGS. “Si pones 200 en un mismo sitio, tienes una GigaFarm”.
Las vigas en zigzag sujetan docenas de bandejas, que pueden moverse entre torres. Cada módulo de la torre está acolchado con gruesos paneles de espuma aislante que mantienen el interior rigurosamente controlado a nivel térmico.
“Una vez que el aire entra y la humedad y la temperatura están bajo control, el nivel de reposición es increíblemente pequeño”, afirma Lloyd.
Granjas bajo tierra, ¿el futuro de la agricultura?
La agricultura vertical ofrece multitud de ventajas frente a la convencional, como un crecimiento más rápido de los cultivos, una reducción del consumo de agua de hasta el 98% y un espacio mucho menor. Además, las granjas verticales pueden construirse en lugares donde el suelo se ha degradado y es inutilizable para la agricultura tradicional, y las granjas de interior no están limitadas por las estaciones y el clima.
Pero también hay inconvenientes. La tecnología inteligente y la infraestructura suponen una enorme inversión inicial, y el elevado costo de funcionamiento de las granjas, en gran parte derivado de las facturas de electricidad de las luces LED, ha puesto en apuros a muchas empresas.
Las recientes quiebras financieras de empresas del sector, como Fifth Season y AppHarvest, que se declararon en quiebra el año pasado, ponen de manifiesto la dificultad de competir con los bajos costos de la agricultura convencional. En 2023, la empresa estadounidense de agricultura vertical AeroFarms inauguró unas instalaciones de investigación y desarrollo de 6.038 metros cuadrados en Abu Dhabi, las mayores del mundo en su género, pero poco después se declaró en quiebra y se sometió a una reestructuración.
Para que una granja vertical sea sostenible, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental, debe integrar flujos de residuos y energías renovables, afirma Lloyd, que es justo lo que pretende hacer ReFarm.
Las torres de crecimiento emplean hidroponía y luces LED para cultivar plantas en interiores. Crédito: Intelligent Growth Solutions (IGS)
La granja se abastecerá de energía producida a partir de la incineración de sus residuos sólidos, mientras que el agua será suministrada por una tecnología basada en insectos. Las larvas de la mosca soldado negra se alimentan de los residuos de alimentos y, al final de su ciclo de crecimiento, se convierten en piensos con alto contenido proteínico, con agua y compost como subproductos. GigaFarm espera reciclar 50.000 toneladas métricas de restos de comida al año, y el agua generada en este proceso es suficiente para “hacer funcionar el 100% de la granja vertical”, dice Christof, mientras que el compost orgánico se utilizará como sustrato para las plantas.
El pienso para animales es uno de los varios productos agrícolas que ReFarm planea fabricar en las instalaciones y vender a las granjas. También fabrica un biofertilizante que, según ReFarm, reduce la aplicación de fertilizantes en un 50%, y un mejorador del suelo que puede restaurar “suelos o arenales empobrecidos” para que absorban mejor el agua, los microorganismos y los fertilizantes, explica Christof. La instalación también procesará las aguas residuales, eliminando el amoníaco para reutilizarlo en fertilizantes.
Utilizando la GigaFarm para cultivar plántulas destinadas a las 38.000 explotaciones agrícolas de los EAU, muchas de las cuales utilizan hidroponía o invernaderos de alta tecnología, Lloyd afirma que ReFarm puede ir más allá de “rozar la superficie” del problema y “hacer realmente mella” en la seguridad alimentaria.
“No se trata de otra granja vertical, sino de algo completamente distinto”, afirma Lloyd, quien añade que el modelo de reciclaje podría aplicarse a cualquier zona urbana.
“Dondequiera que haya seres humanos, hay residuos. Podemos tomar los residuos y convertirlos en valor, ya sea en los alimentos que cultivamos o en la sustitución de productos que consumen muchos hidrocarburos, como los biofertilizantes”, explica Lloyd. “Tenemos que hacerlo, de lo contrario nos quedaremos sin planeta”.
Las torres de crecimiento de IGS pueden construirse hasta a 12 metros de altura. Crédito: Intelligent Growth Solutions (IGS)
Proteger los alimentos contra el cambio climático
La agrotecnología es cada vez más importante, dado que el cambio climático amenaza la seguridad alimentaria.
Los EAU importan más del 85% de los alimentos que consumen, lo que los hace vulnerables a las interrupciones de la cadena de suministro, algo que la nación experimentó durante la pandemia de covid-19 y el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia, afirma Rohit Sharma, investigador doctorado en Cadenas de Suministro de la Universidad de Wollongong en Dubai.
El gobierno emiratí desea diversificar las fuentes de ingresos del país, alejándose de la industria petroquímica para centrarse en sectores más ecológicos como las energías renovables, el transporte sostenible y la agrotecnología, lo que crea oportunidades y apoyo gubernamental para empresas innovadoras como ReFarm, afirma Sharma.
La seguridad alimentaria fue el tema central de la conferencia sobre el clima COP28, celebrada en Dubai el año pasado, y los consumidores también están a bordo: los compradores en los EAU son más conscientes de las “millas de alimentos” y las emisiones de carbono asociadas con la distancia que los alimentos han viajado, dice Sharma, señalando a los supermercados como Carrefour en Dubai, que implementó una mini granja hidropónica en 2022 para que los clientes puedan recoger sus propios productos en la tienda.
Y no solo los EAU están interesados en la agricultura vertical: Qatar está invirtiendo mucho en agricultura inteligente, y las empresas de tecnología agrícola se están expandiendo a Arabia Saudita. El estudio de Sharma indica que el valor del sector alcanzará los US$ 6.220 millones para 2030 en el Medio Oriente y África, a medida que aumente la preocupación por la seguridad alimentaria en la región y siga creciendo la población urbana.
Sin embargo, habrá que esperar otra década antes de ver una adopción generalizada de la agricultura vertical, y será necesario seguir investigando para aumentar el número de cultivos que pueden realizarse, añade Sharma.
El proyecto GigaFarm, de 1.200 millones de dirhams (US$ 326,7 millones), empezará a construirse a finales de este año y se espera que esté plenamente operativo en 2026.
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