ANÁLISIS | Rusia conquista su mayor franja de territorio desde julio de 2022, mientras Kyiv espera desesperadamente el armamento de EE.UU.
Alexandra Ferguson
(CNN) — La espera de cinco meses hasta la aprobación por el Congreso estadounidense de una ayuda militar de US$ 61.000 millones a Ucrania puede haber causado daños duraderos que se dejarán sentir en el frente durante los próximos meses.
Las fuerzas rusas han aprovechado la “sequía de artillería” que obstaculiza las defensas de Ucrania desde diciembre para avanzar en el frente oriental cerca de Avdiivka, realizando el mayor avance desde los primeros meses de la guerra. El avance de Moscú ha suscitado advertencias de altos mandos militares ucranianos sobre una posible amenaza a las líneas de suministro y centros de Kyiv en el este, que ahora están peligrosamente cerca de estar al alcance de la superior potencia de fuego rusa.
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Las sombrías noticias sobre los avances se producen antes de una ofensiva rusa prevista para finales de mayo, que podría amenazar la presencia ucraniana en la región de Donetsk y los avances, aunque modestos, logrados con gran esfuerzo hacia la ciudad portuaria ocupada de Mariúpol. Rusia ha empleado ingentes recursos contra las débiles defensas ucranianas en las líneas del frente oriental, presionando hacia tres puntos clave: el centro militar vital de Pokrovsk, al oeste de Avdiivka; las alturas estratégicas de Chasiv Yar, cerca de Bakhmut; y Kurakhove, en el sureste.
El 17 de febrero, Ucrania anunció que se había retirado de Avdiivka, una ciudad disputada durante una década, por cuya toma Rusia parece haber sacrificado cientos de soldados. Sin embargo, el avance de Moscú no se detuvo ahí. Durante las 10 semanas siguientes, como muestran un mapa de CNN y un análisis del grupo de monitoreo ucraniano DeepStateMap, las fuerzas rusas tomaron lentamente una aldea tras otra al oeste de Avdiivka, aprovechando que Kyiv no había construido fortificaciones y se mostraba reticente a declarar públicamente el alcance de sus pérdidas territoriales en esa zona.
No fue hasta el domingo cuando el máximo comandante militar ucraniano, Oleksandr Syrskyi, admitió la caída de una serie de aldeas que sus subordinados habían insistido durante días en que seguían disputadas. El retroceso resultante demostró que las fuerzas rusas habían realizado, en poco más de dos meses, el progreso más sustancial y rápido desde los avances de julio de 2022 cerca de Severodonetsk, según un análisis de CNN.
La reticencia ucraniana a admitir estas pérdidas provocó las críticas públicas de algunos blogueros y analistas militares proucranianos. DeepStateMap, que actualiza a diario la situación en la línea del frente, mostró pérdidas significativas cerca de Avdiivka. Uno de los fundadores del grupo, Ruslan Mykula, declaró a CNN que habían hablado porque consideraban que un portavoz militar “tiene la oportunidad de comprobar la situación real, pero [sigue] proporcionando información falsa y esto socava nuestra credibilidad”.
Mykula dijo que los avances rusos cerca de Ocheretyne, un pueblo tomado por Rusia en las últimas semanas al oeste de Avdiivka, son “un éxito táctico hasta ahora”, pero podrían convertirse en “un éxito estratégico”. Y añadió: “En la situación actual, será muy difícil detener al enemigo porque está empujando allí donde la defensa no estaba prestando suficiente atención”.
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Asimismo, dijo que faltaban fortificaciones defensivas a lo largo de “todo el flanco izquierdo” de Avdiivka, lo que en la práctica significaría que las llanuras abiertas son ahora vulnerables casi hasta una carretera clave que conduce al estratégico centro ucraniano de Pokrovsk.
La actualización del martes del Estado Mayor ucraniano decía que sus fuerzas estaban defendiendo una serie de pueblos mucho más cerca de Pokrovsk de lo que resulta conveniente. El discurso presidencial del martes de Volodymyr Zelensky exigió una “aceleración significativa de los suministros [occidentales] para reforzar significativamente las capacidades de nuestros soldados”. Dijo que las defensas de Kyiv necesitaban una “fuerza que debe probarse en la dirección de Pokrovsk”, junto con otras líneas de frente peligrosas al sur, cerca de Kurakhоve, pero también al noreste, cerca de Kupiansk.
Nuevos avances rusos hacia Kurakhove, en la parte sudoriental de esta línea del frente, podrían poner en peligro los avances logrados por Ucrania durante la contraofensiva del verano. Al norte, Rusia bombardea regularmente la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkiv, pero también presiona con fuerza a lo largo de las líneas del frente cerca de Kupiansk, para reocupar el territorio liberado por Ucrania en un avance relámpago a finales del verano de 2022.
Militares ucranianos de la 25º Brigada Aerotransportada Separada cargan un vehículo de combate de infantería Marder cerca de una línea del frente en Donetsk el 29 de abril de 2024. Crédito: Reuters/Oleksandr Ratushniak Oleksandr Ratushniak/Reuters
Las autoridades ucranianas también han advertido públicamente de la amenaza que se cierne sobre Chasiv Yar, una pequeña localidad cercana a la ciudad de Bakhmut, brutalmente arrancada del control ucraniano el pasado mes de mayo. Chasiv Yar se asienta sobre una colina, y el teniente coronel Nazar Voloshyn, portavoz del comando ucraniano de Khortytsia, dijo el martes en la televisión ucraniana que las fuerzas rusas pretendían avanzar por el canal cercano a ella, y apoderarse de ella para obtener una ventaja estratégica sobre ciudades militares ucranianas cercanas de vital importancia.
“Sería muy importante para ellos tomar Chasiv Yar antes de que recibamos ayuda extranjera… cuando dejemos de tener escasez de municiones”, dijo Voloshyn a la televisión ucraniana. “Si el enemigo captura las alturas dominantes y los ocupantes se afianzan allí, será un gran problema para nosotros, porque Kostiantynivka, Kramatorsk, Sloviansk y Druzhkivka serán atacadas inmediatamente”.
Varias personas visitan una exposición en la que se muestran vehículos blindados y equipos capturados por el ejército ruso a las fuerzas ucranianas, en el museo al aire libre del Parque de la Victoria en Moscú, Rusia, el 1 de mayo de 2024. Crédito: Reuters/Evgenia Novozhenina Evgenia Novozhenina/Reuters
Si esas cuatro ciudades, situadas a lo largo de la misma autopista, se vieran seriamente amenazadas, el objetivo ruso de controlar toda la región de Donetsk estaría mucho más cerca de hacerse realidad.
Yurii Fedorenko, comandante de la compañía de drones de ataque Aquiles de la 92° brigada de asalto separada en esa zona, dijo que los próximos dos meses marcaban una “ventana de oportunidad” para las fuerzas rusas. Dijo que las fuerzas rusas se habían dado cuenta de que Ucrania pronto “dispondrá de los medios de defensa antiaérea necesarios y de la gama de munición necesaria concentrados en la línea del frente, lo que hará imposible que el enemigo realice sus tareas con la intensidad que lo hace ahora”.
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