Kazajstán está envuelto en el caos y se han enviado tropas de países de la región para sofocar las protestas. Esto es lo que debes saber
Germán Padinger
(CNN) — Las violentas protestas de los últimos días en Kazajstán han provocado la dimisión del gobierno y la declaración del estado de emergencia, mientras las tropas de una alianza militar dirigida por Rusia se encaminan al país de Asia Central en vuelto en el caos para ayudar a sofocar los disturbios.
Es el mayor desafío al gobierno del presidente autocrático Kassym-Jomart Tokayev, que comenzó con protestas ante un aumento en los precios del combustible que se expandió luego a un descontento más amplio con el gobierno por la corrupción, el bajo nivel de vida, la pobreza y el desempleo en este país exsoviético rico en petróleo, según las organizaciones de derechos humanos.
Declaran emergencia en Kazajstán tras las protestas por el combustible y la dimisión del gobierno
El 5 de enero, los manifestantes irrumpieron en el aeropuerto de la mayor ciudad del país, Almaty, entraron por la fuerza en los edificios del gobierno y prendieron fuego a la principal oficina de la administración de la ciudad, según informaron los medios de comunicación locales. También hubo reportes de enfrentamientos mortales con la policía y el ejército, en medio de un apagón de internet en todo el país y de daños en edificios en tres grandes ciudades.
Los medios de comunicación locales informaron señalaron que ocho agentes de policía y personal de la guardia nacional habían muerto y más de 300 agentes habían resultado heridos. No está claro cuántos civiles han muerto o resultado heridos. El Ministerio del Interior del país dijo que más de 200 personas han sido detenidas.
Un coche quemado se ve junto a la oficina del alcalde en llamas en Almaty, Kazajistán, el 5 de enero.
Esto es lo que hay que saber sobre los disturbios y su importancia.
¿Qué ha provocado las protestas en Kazajstán?
Las manifestaciones se desencadenaron en la región occidental de Mangystau, rica en petróleo, cuando el gobierno levantó los controles de precios del gas licuado de petróleo (GLP) a principios de año, informó Reuters. Muchos kazajos han convertido sus autos para que funcionen con este combustible debido a su bajo costo.
Kazajstán, productor de petróleo y noveno país del mundo por superficie, ha atraído miles de millones de inversión extranjera y ha mantenido una economía fuerte desde su independencia hace 30 años.
Pero los subsidios al GLP crearon una situación en la que Kazajstán se enfrentaba regularmente a la escasez de petróleo, informó Reuters. El levantamiento de los topes de precios fue un medio del gobierno para aliviar esos déficits y asegurar el suministro al mercado interno. Sin embargo, el plan resultó contraproducente y los precios del GLP se duplicaron con creces tras el levantamiento de los topes; las protestas se extendieron entonces rápidamente por todo el país.
También hay problemas de larga data que impulsan las protestas, como la ira por la corrupción endémica en el gobierno, la desigualdad de ingresos y las dificultades económicas, que se han exacerbado durante la pandemia de coronavirus, según Human Rights Watch.
Mientras que los recursos naturales del país han enriquecido enormemente a una pequeña élite, muchos kazajos de a pie se sienten abandonados.
Las protestas comenzaron en la región petrolera de Mangystau y se trasladaron a Almaty, la ciudad más grande, y Nur Sultan (Astaná), la capital.
Amnistía Internacional dijo que las protestas son “una consecuencia directa de la represión generalizada de los derechos humanos básicos por parte de las autoridades”.
“Durante años, el gobierno ha perseguido implacablemente la disidencia pacífica, dejando al pueblo kazajo en un estado de agitación y desesperación”, afirmó Marie Struthers, directora de Amnistía para Europa Oriental y Asia Central, en un comunicado.
¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno?
Las autoridades declararon el estado de emergencia en todo el país, con toque de queda y restricciones de circulación hasta el 19 de enero, según informaron los medios de comunicación locales. Se han registrado cortes de internet en todo el país y el presidente Tokayev dijo que se había desplegado personal militar.
En un esfuerzo por frenar los disturbios, Tokayev ordenó al gobierno que redujera el precio del GLP a 50 tenge (US$ 0,11) por litro “para garantizar la estabilidad en el país”.
Dijo que también se habían puesto en marcha una serie de medidas destinadas a “estabilizar la situación socioeconómica”, entre ellas la regulación por parte del gobierno de los precios de los combustibles durante un periodo de 180 días, una moratoria en el aumento de las tarifas de los servicios públicos para la población durante el mismo periodo, y la consideración de subsidios de alquiler para “segmentos vulnerables de la población.”
El primer ministro Askar Mamin y el gobierno kazajo dimitieron y Tokayev tomó el control del Consejo de Seguridad del país, en sustitución del ex presidente Nursultan Nazarbayev.
Una captura de video muestra a los manifestantes enfrentándose a las fuerzas de seguridad de Kazajstán durante una manifestación en Almaty. (Crédito: ALEXANDER PLATONOV/AFPTV/AFP vía Getty Images)
Estas concesiones, sin embargo, no lograron detener las protestas.
Tokayev ha prometido actuar con “toda la dureza posible” para detener los disturbios. Calificó de “terroristas” a los que supuestamente asaltaron el aeropuerto y acusó a los manifestantes de socavar el “sistema estatal”, afirmando que “muchos de ellos han recibido formación militar en el extranjero”.
Una alianza militar de antiguos estados soviéticos dirigida por Rusia respondió a su petición de ayuda para sofocar las protestas. La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO, en inglés) -que incluye a Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán- está enviando “fuerzas de mantenimiento de la paz” a Kazajstán “para estabilizar y normalizar la situación”, dijo el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.
¿Dónde está Kazajstán y cómo se gobierna?
Kazajstán es la mayor economía de Asia Central, lindando con Rusia al norte y China al este. Sus dirigentes, que a menudo se han jactado de su estabilidad en una región que ha visto una buena cuota de conflicto, mantienen estrechos lazos con Rusia.
Kazajstán alberga una importante minoría étnica rusa, que representa alrededor del 20% de los 19 millones de habitantes de la antigua república soviética, según el CIA World Factbook. Moscú también depende del cosmódromo de Baikonur, en el sur de Kazajstán, como base de lanzamiento de todas las misiones espaciales tripuladas por Rusia.
Gran parte de la ira de los manifestantes se ha dirigido a los dirigentes de Kazajstán, que controlan férreamente el país.
Incluso antes de la independencia en 1991, la escena política del país ha estado dominada por un hombre: Nursultan Nazarbayev, de 81 años. El veterano presidente y exfuncionario del Partido Comunista gobernó durante casi tres décadas antes de dimitir en 2019.
Manifestantes participan en una concentración por la subida de los precios de la energía en Almaty el 5 de enero de 2022. (Crédito: ABDUAZIZ MADYAROV/AFP vía Getty Images)
Su método autocrático de gobierno despertó la preocupación internacional, mientras las autoridades kazajas reprimían con dureza las protestas, encarcelaban a los críticos y reprimían las libertades de prensa, según grupos de derechos humanos. Los críticos acusaron a Nazarbayev de nombrar a miembros de su familia y aliados para puestos clave en el gobierno y se cree que su familia controla gran parte de la economía kazaja, informó Reuters.
Nazarbayev fue más conocido en Occidente por renunciar al armamento nuclear y por su traslado de la capital a la futurista ciudad de Astaná, que posteriormente fue rebautizada en su honor como Nur-Sultan.
El informe de derechos humanos de 2018 del Departamento de Estado de Estados Unidos señaló que las elecciones presidenciales de 2015 en Kazajstán, en las que Nazarbayev recibió el 98% de los votos emitidos, “estuvieron marcadas por las irregularidades y carecieron de una auténtica competencia política”. Nunca ha habido elecciones en Kazajstán juzgadas como libres y justas por los observadores internacionales.
Cuando Nazarbayev dimitió, transfirió el poder a Tokayev, pero continuó siendo una figura influyente pero controvertida entre bastidores. Hasta el 5 de enero, siguió siendo el presidente del Consejo de Seguridad del país y conservó el título de Elbasy (Líder de la Nación).
Su destitución del consejo por parte de Tokayev no parece haber detenido los actuales disturbios.
Con información de Rob Picheta, Anna Chernova, Radina Gigova, Ivan Watson y Sugam Pokharel.
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