Yaroslav Amosov, campeón ucraniano de MMA, relata los horrores de la guerra: “Esto no es salvar, esto es destruir”
Alexandra Ferguson
(CNN)– Mientras el luchador de MMA Yaroslav Amosov camina por las calles que rodean su ciudad natal de Irpin, situada a unos 20 kilómetros al oeste de la capital ucraniana, Kyiv, hay momentos fugaces en los que parece un día cualquiera de mayo.
El cielo está despejado y tranquilo, y se puede oír el canto de los pájaros en los árboles. Amosov describe la tarde como “tranquila”.
Pero para muchos ucranianos, esos momentos han sido escasos desde que Rusia comenzó su invasión el 24 de febrero, y cada pocos pasos, Amosov recuerda la destrucción que la guerra de Vladimir Putin ha traído a su patria.
Yaroslav Amosov, apoyando su cabeza en las manos, con el resto de sus compañeros ucranianos mientras se preparan para enfrentarse a las fuerzas rusas en Irpin, Ucrania.
Ya en abril, las autoridades locales dijeron que alrededor del 50% de las infraestructuras críticas de Irpin habían sido destruidas.
“Es duro mirar a tu ciudad que antes estaba llena de felicidad, de vida”, dice Amosov, actual campeón de MMA (Artes marciales mixtas) del mundo, en una entrevista exclusiva desde Ucrania a CNN Sport.
“Aquí siempre fue muy bonito, la gente era feliz, estaba contenta con su vida y disfrutaba de ella”.
“Luego, simplemente mirar la ciudad ahora, que está en llamas, que se está destruyendo y se vuelve horrible de ver. No podías ir en auto por la ciudad porque las carreteras estaban cubiertas de árboles, en algunos lugares, había partes de casas. Destrucción”.
Una vista cercana a la destrucción de Irpin por la guerra 2:26
El ucraniano es uno de los mejores luchadores libra por libra de su generación y, con un récord de 26-0, mantiene actualmente la mayor racha de activa de peleas invictas de la MMA. El 13 de mayo estaba previsto que defendiera su título mundial del peso welter en el evento de Bellator en el Wembley Arena de Londres.
Yaroslav Amosov posa para las fotos en el pesaje antes de desafiar a Dave Rickels en agosto de 2019.
Amosov quería batir el récord invicto de todos los tiempos de Khabib Nurmagomedov (29-0) y estaba programado para luchar contra Michael Page en un combate muy esperado, antes de que la invasión rusa a Ucrania lo obligara a retirarse.
El luchador de 28 años, había regresado de un campo de entrenamiento en Tailandia cuatro días antes de que comenzara la guerra. Una vez que las tropas rusas empezaron a avanzar, Amosov dice que llevó a su mujer y a su hijo de seis meses a un lugar seguro en las afueras de Ucrania, antes de unirse a la defensa del territorio para ayudar a los civiles en Irpin y sus alrededores.
La cruda realidad de la guerra no tardó en hacerse evidente.
“En los primeros días, fue muy duro mirar, acostumbrarse a todos estos acontecimientos, ver cómo la gente huye de sus casas”, recuerda Amosov. “No todo el mundo podía salir, algunas personas tenían padres a los que no podían dejar atrás, que eran muy mayores y no pueden moverse bien”.
“La gente está corriendo… cogiendo a sus hijos, cogiendo a sus padres en brazos y corriendo, llorando, no saben qué hacer. La gente corre con sus mascotas”.
“Vi una situación en la que un soldado corría con un niño en brazos. Las cosas del niño estaban cubiertas de sangre, pero la sangre no era suya, sino de su padre. La madre corría detrás. Al final no sé qué le pasó al padre del niño, pero es muy duro de ver”.
“El niño tenía probablemente dos o tres años, pero ni siquiera entendía lo que estaba pasando, no lo oí llorar, probablemente estaba en un shock irreal”.
Tal fue la naturaleza frenética de esos primeros días de la invasión, que Amosov y sus amigos, que, según dice, nunca habían empuñado un arma, apenas recibieron una breve formación sobre el manejo de sus armas, pues los combates ya habían comenzado en la ciudad.
Biden firma una ley para agilizar la ayuda militar de EE.UU. a Ucrania
Amosov dice que uno de los momentos que más se le quedaron grabados ocurrió unas semanas después, una vez que gran parte de la ciudad había sido liberada de la ocupación rusa.
Su equipo había estado recorriendo Irpin para distribuir ayuda y encontró a civiles que llevaban casi un mes escondidos en sótanos con poca comida y agua.
Amosov habría defendido su título en Londres este viernes.
Recuerda vívidamente a un hombre que rompió en llanto tras recibir un trozo de pan. “Ver a una persona llorar solo porque tiene un trozo de pan en la mano es muy doloroso y muy penoso de ver”, relata Amosov.
La semana pasada, el alcalde de Irpin, Oleksandr Markushin, dijo en un comunicado que habían recuperado los cadáveres de 290 civiles en la ciudad desde la retirada de las fuerzas rusas.
Markushin dijo que se han identificado 185 de los muertos, la mayoría de los cuales eran hombres. La causa de la muerte fue “heridas de metralla y de bala”. Al menos cinco de los fallecidos sufrieron lesiones cerebrales e inanición, según Markushin.
En total, más de ocho millones de personas han sido desplazadas internamente en Ucrania, según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de las Naciones Unidas.
“Quieres defender este país”
En sus momentos más oscuros, Amosov admite que no sabía si sobreviviría al día para llegar a su cama cada noche. Lo que lo hizo seguir adelante, dice, fue la “ayuda loca” y la amabilidad de los ciudadanos ucranianos cada día.
Amosov y su grupo no solían tener tiempo para comer hasta la noche, pero a menudo se encontraban en la carretera con civiles que habían cocinado comida y preparado bebidas calientes para los que ayudaban en la guerra de Ucrania.
Incluso los que no tenían casi nada intentaban dar algo a los soldados, aunque fuera solo una barra de chocolate. “Estoy orgulloso de que haya gente así y de que vivamos en un país maravilloso como éste”, dice.
Aunque Amosov sobrevivió a lo peor de los combates en Irpin, no todos los que lucharon junto a él tuvieron la misma suerte. Después de tomarse un par de días para ir a visitar a su mujer y a su hijo, Amosov dice que regresó para descubrir que uno de los jóvenes que se había unido a la defensa del territorio con él había muerto.
“Es duro ver cuando una madre entierra a su hijo y su novia, que planeaba un futuro con él, también está allí”, recuerda. “Este es nuestro hogar, nuestras familias viven aquí y queremos que las cosas vuelvan a ser como antes. Vivíamos una buena vida, estábamos contentos con todo”.
Lo que hay que saber sobre los misiles hipersónicos disparados por Rusia contra Ucrania
“Cuando miras a toda esa gente, mujeres, niños, cuando ves a esas madres que enterraron a sus hijos, cuando ves lo que le está pasando a tu ciudad, cuando tu ciudad está en llamas, quieres ayudar y quieres defender esta ciudad, este país”.
El mes pasado se hizo viral un video que Amosov publicó recuperando su cinturón de campeón mundial de Bellator en la casa de su madre en Irpin.
En el video, Amosov vuelve a subir una escalera en la casa llevando una bolsa de plástico, que abre para revelar el cinturón.
Se ríe y dice que “estaba recibiendo el cinturón por segunda vez” y más tarde publicó una foto de él sosteniendo el título en alto mientras estaba rodeado por un grupo con vestimenta militar.
El campeón de MMA Yaroslav Amosov recuperó su cinturón de entre los escombros de su casa de Iprin.
“En ese momento, fue bonito porque el cinturón estaba sano y salvo”, dice. “Fue bonito que mi madre lo escondiera bien y que sobreviviera, y ese día los soldados rusos se estaban retirando de nuestra parte de Ucrania, así que el ambiente era mejor”.
“Pero al mismo tiempo, estoy aquí ahora y hay calma en nuestra ciudad y todo está bien, pero entiendo y sé lo que está pasando en otras ciudades y es difícil reírse con los amigos, es difícil estar de buen humor porque después he estado en estas situaciones cuando hay bombardeos todo el tiempo y hay disparos”.
“Esto es destruir”
Un día, durante la guerra, Amosov cuenta que sus amigos le hicieron saber de un admirador suyo, un joven que solía practicar artes marciales pero que ahora se encontraba herido en el hospital.
Amosov comenzó a enviar mensajes de texto al chico y pronto quedó en ir a visitarlo. Cuando llegó, Amosov se sintió desolado al comprobar que este joven admirador, de apenas 20 años, había perdido las dos piernas en los combates.
“No entiendo por qué la gente no cree lo que está pasando aquí, piensan que [Rusia] tiene una ‘operación especial’ para salvar a la gente”, dice, refiriéndose al eufemismo utilizado por los funcionarios rusos para describir la invasión a Ucrania.
“Pero mira lo que le está pasando a Mariúpol, mira todas las otras ciudades que tenemos en Ucrania que fueron dañadas y murieron muchos civiles que simplemente querían vivir. No querían ninguna guerra, estaban satisfechos con todo”.
Los testimonios de los evacuados que llegan a Zaporiyia 4:15
“No entiendo cómo se puede luchar con tanta crueldad, sin ninguna regla. Tengo la impresión de que es casi como algo no humano. ¿Cómo se puede actuar así? ¿Cuántas personas resultaron heridas? ¿Cuántos murieron? ¿Cuántos perdieron sus casas? ¿Y hablan de salvar? Esto no es salvar, es destruir”.
Una vez que los combates en Irpin empezaron a calmarse, Amosov dice que volvió de inmediato a su entrenamiento de artes marciales mixtas.
Logan Storley fue el luchador que sustituyó a Amosov para el combate del viernes contra Page y el ucraniano dice que no puede esperar a volver a la jaula y que estará atento para ver quién gana.
“Ahora [estoy] recuperando mi forma… Quiero volver”, dice. “Quiero que todo nuestro país vuelva a su vida anterior y me gustaría defender mi cinturón”.
Amosov admite que no sabe cuándo será eso, pero sí sabe cómo será su nación natal una vez que la guerra haya terminado por fin:
“Para todos los ciudadanos de Ucrania, se verá como el mejor país del mundo, el más bello y el más querido”.
The-CNN-Wire
™ & © 2022 Cable News Network, Inc., a WarnerMedia Company. All rights reserved.