Qué son los falsos positivos en Colombia y cuáles son las revelaciones más recientes
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(CNN Español) — Las ejecuciones extrajudiciales cometidas por algunos miembros de las Fuerzas Armadas de Colombia durante varios años son conocidas en ese país como falsos positivos.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) determinó en febrero de 2021 que en Colombia, al menos 6.402 personas fueron víctimas de los llamados falsos positivos, muertes presentadas ilegítimamente por el Estado como bajas en combate entre 2002 y 2008.
En la región del Catatumbo, en el noroeste del país, por ejemplo, al menos 120 personas asesinadas fueron presentadas como muertos en combate para “aumentar criminalmente las estadísticas oficiales de éxito militar”.
Antes de que se conociera la cifra de la JEP sobre falsos positivos, la Fiscalía General había presentando un número mucho más bajo en 2018: 2.248 víctimas de falsos positivos entre 1988 y 2014.
Según informó en diciembre de 2021, “la JEP concluyó que los crímenes no hubieran ocurrido sin la política institucional del Ejército de conteo de cuerpos, sin la política de incentivos y la constante presión que ejercieron los comandantes sobre sus subordinados para obtener muertos en ‘combate’”.
La JEP fue creada en el marco del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), firmado en septiembre de 2016. Su función es administrar justicia transicional y conocer presuntos delitos cometidos en el marco del conflicto armado antes del 1 de diciembre de 2016.
Actualmente la JEP realiza una serie de audiencia con militares imputados y el tribunal impondrá las primeras sanciones relacionadas con los casos de falsos positivos.
Miembros de la organización civil Madres de Falsos Positivos (Mafapo) participan en una protesta frente a la corte en Bogotá el 25 de agosto de 2021. – Miles de ejecuciones extrajudiciales conocidas como “falsos positivos” se llevaron a cabo en el mayor escándalo del Ejército colombiano. (Crédito: JUAN BARRETO/AFP via Getty Images)
Qué dicen el Ejército y los expresidentes Uribe y Santos
El Ejército de Colombia como institución —que dice que ha investigado los casos de falsos positivos— ha rechazado los señalamientos de que los altos mandos estuvieran vinculados con los casos de ejecuciones extrajudiciales, como cuando desestimó en 2015 un informe de Human Rights Watch al respecto.
Poco después del informe de la JEP en febrero de 2021, el actual comandante del Ejército Nacional Eduardo Enrique Zapateiro publicó este tuit. “Somos soldados del @COL_EJERCITO, y no nos dejaremos vencer por más víboras venenosas y perversas que quieran atacarnos, señalarnos o debilitarnos. Oficiales, suboficiales y soldados, no nos rendimos, no desfallecemos, siempre fuertes con la cabeza en alto. Dios está con nosotros”.
Veintiún miembros del Ejército, entre ellos un general en retiro y un civil, reconocieron su responsabilidad ante la JEP por los falsos positivos de menos 120 personas en la zona del Catatumbo, y de otras 127 más en la costa caribe de Colombia.
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En el periodo investigado por la JEP, el país estuvo bajo el mando de Álvaro Uribe Vélez, quien no solo ha cuestionado la credibilidad del tribunal, sino que ha negado que hubiera ordenado asesinatos. Uribe ha dicho que durante su Gobierno enfrentó y sancionó “toda violación de derechos humanos”.
Uribe dijo en 2016 en una carta publicada en su cuenta de Twitter que “escudándose” en el tema de derechos humanos, “algunos voceros del terrorismo” dijeron que “no se daba de baja a terroristas sino que se asesinaba a campesinos”.
“Ordené que cuando hubiera alguna baja, ese cadáver no lo podían mover las Fuerzas Armadas sino los representantes de la Fiscalía General de la Nación, del CTI. Así se hizo. Incluso, algunos llegaron a afirmar que era la derogatoria del fuero penal militar debido a excesos de la Fiscalía, que de cada levantamiento de cadáver formuló una acusación a los soldados y policías”, escribió Uribe en 2017.
“Así mismo, en 2008, inmediatamente (después de que) se conocieron las denuncias sobre los falsos positivos, retiré 27 altos militares de las Fuerzas Armadas”, agregó el expresidente.
Entre tanto, su sucesor en la presidencia, Juan Manuel Santos, que había sido su ministro de Defensa durante la ocurrencia de estos hechos, dijo en junio de 2021 ante la Comisión de la Verdad que en principio no creía que hubiera esas prácticas, pero después empezó a “actuar” contra los falsos positivos.
“Al comienzo no pasaban de ser rumores sin evidencia que los sustentara y por eso no les di credibilidad. No me cabía en la cabeza que algo así pudiera estar ocurriendo… a principios de 2007 empecé a recibir informes de fuentes creíbles. Ahí empezamos a actuar en forma contra los falsos positivos”, dijo Santos.
Santos dijo ante la Comisión de la Verdad que “fue la presión para producir bajas” lo que llevó a aumentar los falsos positivos.
“En honor a la verdad tengo que decir que el presidente Uribe no se opuso al cambio de esta nefasta doctrina que él mismo había estimulado. Nunca recibí una contraorden ni fui desautorizado”, agregó.
Así maquinaban los falsos positivos para “mantener contento al Gobierno”
Néstor Guillermo Gutiérrez, suboficial retirado del Ejército, reconoció en una audiencia de la JEP en abril de 2022 haber asesinado inocentes. “Yo ejecuté. Yo asesiné a familiares de los que están acá… llevándolos con mentiras, con engaños, disparándoles, asesinándolos cruelmente, cobardemente, y ponerles un arma y decir (era) un combate, (era) un guerrillero”.
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Gutiérrez fue convocado a una audiencia como imputado del caso de falsos positivos del Ejército para que reconociera su responsabilidad como coautor por crímenes de guerra, homicidio en persona protegida, desaparición forzada, y como cómplice de estos delitos que según JEP “constituyen crímenes de lesa humanidad y desaparición forzada de personas”.
El exmilitar habló en una audiencia de reconocimiento ante familiares de las víctimas, así como representantes de la comunidad internacional.
Gutiérrez reconoció en público este martes sus crímenes en el Catatumbo, una región en el departamento de Norte de Santander, en el noreste de Colombia. Relató que ingresó al Ejército en 1995 y que para 2007, como cabo primero, fue enviado a esa región como comandante de escuadra en un batallón contraguerrilla, donde estuvo hasta diciembre de 2008.
“No voy a justificar lo que hice, porque cometí delitos, crímenes, asesinamos personas inocentes, campesinos. Lo que asesinamos fueron campesinos (no guerrilleros)”, dijo.
Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dice que hubo al menos 6.402 víctimas de “falsos positivos” en Colombia entre 2002 y 2008
Según la JEP, Gutiérrez hizo parte del “patrón de macrocriminalidad” del Ejército, “como ejecutor directo de varios homicidios”. En diciembre de 2021, 21 miembros del Ejército, entre ellos un general en retiro y un civil, reconocieron su responsabilidad ante la JEP por los falsos positivos de menos 120 personas en la zona del Catatumbo, y de otras 127 más en la costa Caribe de Colombia.
El mismo militar retirado relató que preparó una lista de 14 campesinos inocentes que no tenían nada que ver con guerrilla ni grupos armados; estos serían asesinados posteriormente. También dijo que negoció con los paramilitares, a quien les compraban armas para ponérselas a las víctimas que asesinaban, y simularon combates para entregar campesinos a quienes hacían pasar por guerrilleros muertos en combates.
De un campesino que identificó con nombre y apellido frente a sus familiares, dijo: “Yo le dije venga, vamos a trabajar a una finca para que usted cuide la finca”.
“¿Usted sabe manejar un arma?”, le preguntó a su víctima. “Y cuando le pasé la pistola, (él estaba) asustado. Yo ya sabía que lo iba a asesinar”, relató Gutiérrez.
El militar retirado dice que no justifica lo que hizo, pero lo que lo llevó a él y muchos otros militares fue la presión que había de los “altos mandos” por mostrar resultados: “Había que buscar los resultados como fuera”, dijo.
“Hoy (ante) el mundo, quiero que sepan que eran campesinos que yo como miembro de la fuerza pública asesiné cobardemente”, dijo Gutiérrez. “Le arrebaté la ilusión a sus hijos por una presión por tener contento a un Gobierno. No es justo”.
El militar en retiro relató que muchos de los jóvenes que atraían con mentiras acompañaban a los militares que los increpaban voluntariamente, pero a otros, que se negaban los golpeaban.
“Los secuestrábamos, nos los llevábamos, los asesinamos. Esa es la verdad”, dijo Gutiérrez.
“Un delincuente, cuando ve a un policía o un militar, huye. Una persona inocente no huye. Confía. Entonces cuando nos veían (a los militares), venían tranquilos porque no debían nada. Y nos lo llevábamos”, agregó el exmilitar ante la JEP.
“Empezamos a ejecutar inocentes, a los campesinos de la región”, dijo. “Yo en ese momento no pensaba el daño que le estaba causando a la víctima… En ese momento no medía las consecuencias. Tenía mi corazón ennegrecido (sic)”.
“O sí sabía, pero no quería darme cuenta del daño que estaba haciendo”, puntualizó.
Con información de Melissa Velásquez, Florencia Trucco y Fernando Ramos
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